Hicieron su 'agosto'. Ante la aparente pasividad de las autoridades, vendedores informales llegaron muy temprano el pasado domingo a la carrera 3ª de Ibagué para apropiarse del espacio público y vender el acceso a las vallas que bordeaban el desfile folclórico.

Como si se tratara de una especie de palcos improvisados, los ciudadanos utilizaron cuerdas y sillas para delimitar extensas áreas en ese corredor peatonal. Por lo tanto, quienes querían observar de cerca, debían cancelar la suma de $12.000 con el fin de obtener el aval de los civiles.

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Econoticias conoció el testimonio de varias personas que, desde su anonimato, expresaron malestar e inconformismo por una situación que no solo es a todas luces irregular, sino que además deja al descubierto la aparente falta de control y vigilancia.

Algunos turistas incluso consideraron que se trataba de 'peajes' regulados por vendedores que sacaron lucro del evento público. Quienes madrugaron para lograr una buena ubicación en la zona centro de la ciudad, se encontraron con zonas restringidas por los propios ibaguereños.

Esta redacción conoció que los protagonistas del irregular cobro utilizaron lazos, aprovechándose de las palmas, para hacer mucho más visibles los espacios por los cuales pedirían dinero.