La alcaldesa de Rioblanco, Elizabeth Barbosa, tomó la decisión de recurrir a la declaratoria de calamidad pública, logrando así la recepción de las primeras ayudas por parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para las familias que se encuentran en condición de vulnerabilidad.

"Seguimos reportando grandes deslizamientos", dijo la mandataria, quien además se refirió al presunto estado de abandono en que se encuentra la vía que comunica a Rioblanco con Herrera, tanto así que solo durante el año pasado se cayeron tres puentes debido a las condiciones climáticas adversas.

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Barbosa sostuvo que actualmente continúa el registro de viviendas con caída de cubiertas, pérdidas de cultivos y animales, y remociones de tierra que afectan la transitabilidad y dificultan la comercialización de los productos que son cosechados por las familias campesinas.

"En el sector de La Esperanza tenemos el riesgo latente de que una montaña pueda colapsar, la Secretaría de Educación estimó pasar los niños a recibir sus clases en la vereda La Profunda de Planadas", agregó Elizabeth Barbosa.

Por último, resaltó la importancia de gozar del respaldo de la Gobernación del Tolima, máxime cuando Rioblanco no posee la maquinaria amarilla que se requiere para atender todas las situaciones de emergencia provocadas principalmente por la temporada de lluvias.