Las palizadas ni las crecientes son obstáculo para los pescadores de Honda
Pese a las fuertes lluvias, que generan palizadas y crecientes, los pescadores de la avenida Pacho Mario y el sector de Panchigua se las ingenian para aprovechar la subienda en el río Magdalena.
Bajo esas condiciones, la estrategia cambia. No son muchos los que lanzan sus atarrayas de la manera tradicional, y ahora prefieren sumergirse en las turbias aguas del río.
“Para eso hay que tener muy buenos pulmones. Generalmente, lo hacen dos o tres pescadores. No es fácil y algunos han tenido sustos”, relata Raúl Rondón, presidente de la Asociación de Pescadores de Honda.
Por su parte, Juan Rojas, dice que ya sabe de memoria cuáles son los mejores puntos para lanzarse al agua. “Mi abuelo me enseñó. Aunque trabajo como ayudante de construcción, desde hace 35 años pesco en el río Magdalena”, comenta luego de sacar unos cuantos nicuros en la red.
Unos metros más abajo, un grupo de tres jóvenes se rotan el atayarra para sacarle el mayor provecho posible al Magdalena.
Así que no importa si llueve o hace sol, los pescadores de Honda aprovechan la subienda para llevar el sustento a sus hogares.