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“Cajamarca desaparecería en caso de una erupción máxima”: geólogo Armando Espinosa Baquero

Según el geólogo colombiano, “la erupción de un volcán como el Machín puede durar un mes”.
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Ecos del Combeima
26 Dic 2022 - 10:18 COT por Ecos del Combeima

Desde el cráter del Volcán Cerro Machín, Ecos del Combeima llevó a cabo una investigación para determinar el estado actual de esta imponente protuberancia, ubicada a 17 km aproximadamente del casco urbano de Ibagué, determinando también su peligrosidad según los últimos registros de su actividad vulcanológica. 

“El sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres empezó a crearse en Colombia a partir de lo que ocurrió en Armero, en 1985, de ahí para acá empezó a funcionar y cuando ocurrió un terremoto aquí en el Quindío no funcionó, y prueba de ello fue que el Gobierno Nacional tuvo que venirse con ejército y todo a atender la situación. Entonces lo que hace este sistema básicamente es de medio atender las emergencias cuando se presentan, pero de prevenir nada”, señaló Néstor Ocampo, integrante de la Fundación Ecológica Cosmos Calarcá, del departamento de El Quindío.

Ocampo sostuvo que en relación al volcán Machín, “no hay ninguna acción de carácter preventiva y seria porque no se ha presentado ninguna erupción, pero eso va a quedar en evidencia el día que ocurra esto porque no lo van a resolver fácilmente”, apuntó.

También aseguró que la semana pasada, el director de la unidad departamental de Gestión del Riesgo, descubrió que en caso de una erupción volcánica, Armenia y Calarcá serían afectados, motivo por el que habría que considerar la posibilidad de una evacuación. 

Por su parte, “el director Nacional, dijo que ellos estaban atendiendo la situación de las actividades que se habían presentado en el volcán y que por eso habían tomado la decisión de elevar el nivel de alerta en el volcán a amarillo, pero eso ocurrió hace cuatro años y no en días pasados; osea el director tampoco está enterado de lo que sucede en el volcán, por eso no podemos esperar que haya algún tipo de acción preventiva, por eso no funciona ese sistema”, expresó el colaborador de la Fundación Ecológica Cosmos Calarcá.

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Así mismo, Ocampo hizo hincapié en la carencia informativa que se presenta al respecto, ya que afirma que los riesgos no son comunicados a la sociedad. “Ni siquiera tienen una idea de lo que significa el hecho de que se trate de un volcán explosivo, la ubicación que es realmente el problema grave, está en la mitad del corazón económico y social de Colombia, y las consecuencias que podría tener, osea que estamos completamente desprotegidos”, concluyó.

Al respecto, el geólogo colombiano Armando Espinosa Baquero amplió el panorama, y explicó lo que podría ocurrir en caso de que se presente una explosión ‘fase por fase’ en este importante punto del departamento del Tolima. 

“La erupción de un volcán como el Machín puede durar un mes o más, tiene una fase que uno podría llamar como premonitora, donde se empieza a romper el orificio. Luego tiene una fase principal que es la gran explosión y luego tiene una fase de una especie de réplicas, son los últimos pulsos de la erupción y lo que cae en el Quindío es la suma de los tres: es decir cae primero una capa de ceniza gruesa, luego cae la capa de grava de la gran explosión”, acotó el geólogo.

Según el experto, una vez finalice la fase principal, se desprende otra capa de ceniza pero un poco más fina. “Lo que nos cae es la suma de las tres y lo podemos ver en los taludes de Armenia y todo el Quindío, esa capa mide cerca de 1,50 m, resulta que esa capa de los taludes es la última que está compactada, osea que lo que nos va a caer en el Quindío no son 40 cm sino entre dos y tres metros de ceniza”, explicó Espinosa Baquero. 

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¿Qué tanto influyen los recientes sismos en el desarrollo de una posible erupción del Machín?

“Los sismos son la expresión de la actividad interna del volcán y hasta ahora son los sismos normales. El día que entre en una fase eruptiva, va a generar una cantidad de sismos todos los días muy fuertes, las señas van a ser muy claras, mucho más que en el Nevado del Ruiz de 1985, entonces, el problema no es hoy, el problema es en los años que vienen”, aclaró el geólogo a Econoticias. 

No obstante, el experto Armando Espinosa Baquero, apoyó la intervención de Néstor Ocampo, declarando que el departamento no está preparado para afrontar un escenario negativo, ya que no se han medido los riesgos.

“Para medir los riesgos, hay que hacer un estudio de vulnerabilidad. En términos de gestión del riesgo, uno tiene que prepararse no para la erupción mínima, sino para la máxima. Se tienen que hacer mapas de afectación, edificio por edificio, de las aguas, la infraestructura eléctrica, las vías, etc (...) No se han hecho los estudios porque no ha habido voluntad política para hacerlos; el problema no es de presupuesto, esos estudios los puede hacer la Universidad del Quindío. Lo que corresponde a la corporación del Quindío, no han hecho una investigación de gestión del riesgo, no hay proyectos y estudios”, dijo el geólogo.