En entrevista con Econoticias, el alcalde de Cajamarca, Julio Roberto Vargas, se fue lanza en ristre contra el gobernador Ricardo Orozco argumentando que no lo ha respaldado en temas sensibles como el deterioro de las vías rurales, las fallas en la infraestructura educativa y la falta de docentes en varias instituciones educativas.

“No me dejen solo que la responsabilidad también es de ustedes. Tenemos fallas en la infraestructura de varias instituciones educativas rurales, no tenemos docentes en varios colegios y las vías están en pésimas condiciones”, indicó Vargas.

Además, en clara referencia al exdirector de comunicaciones del Gobierno Departamental, Camilo Valencia, el alcalde de Cajamarca señaló que “hay un aspirante a la Alcaldía que dice tener el respaldo de la Gobernación del Tolima y se proclama como la persona que gestiona todo para el municipio”. 

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Julio Roberto Vargas también dijo que no entiende por qué tanto abandono. “Yo puedo sacar algunas cosas adelante, pero acá necesitamos inversión del departamento. En el primer semestre garanticé el transporte escolar, pero en el segundo semestre espero que lo asuma la Gobernación”, agregó.

También indicó que con una inversión de dos mil 400 millones de pesos con recursos propios se está construyendo el nuevo puente en el Alto del Machete, por la vía del Cañón de Anaime. “Este tipo de obras promueven mejores condiciones de vida,  generan desarrollo rural y turístico”.

De esta forma, el alcalde de Cajamarca hizo un duro reclamo al Gobernador Orozco, pese a que lo elogió en octubre del año pasado cuando se anunció la inversión de seis mil 450 millones para el proyecto de gas natural rural que beneficia  a 693 familias campesinas residentes en 13 veredas.

“A muy pocas personas me les quito el sombrero, pero a usted sí porque este es un gran proyecto de profundo contenido social”, indicó Vargas en aquel entonces. 

La relación del alcalde de Cajamarca con el Gobernador del Tolima ha estado marcada por encuentros y desencuentros. Unos meses antes, lo había cuestionado por el supuesto manejo politiquero de la maquinaria amarilla para arreglar las vías rurales afectadas por el invierno, así como porque no había destinado recursos para el mejoramiento de parques, una iniciativa en la que Vargas contaba con el apoyo del gobierno seccional.