Murió Arturo Solano, creador del tradicional Reparador del Bajo Cero
Corrían los años 70 en la Ciudad Musical que aún tenía esos toques de un villorio que iba entrando a esas costumbres de la vida moderna que la llevaban a vertiginosamente al final del siglo XX, en ese entonces casi todos se conocían, predominaban barrios tradicionales como La Pola, Belén, Cádiz, El Centro, El Carmen y demás, entonces toda la vida social y comercial de Ibagué se desarrollaba entre el Parque o Plaza de Bolívar y la calle 19 de Ibagué.
Fue entonces cuando un sargento pensionado de la Policía Nacional, de origen boyacense, para más señas de Chiquinquirá, le adquirió por una suma que ya no recordaba, la receta de una bebida que le pareció deliciosa, desde entonces se instalado en la calle 12 entre carreras Primera y Segunda, al lado de lo que hoy es una de las salidas del Centro Comercial Combeima, inició y le llamó a su producto 'Reparador' y a su negocio Bajo Cero, se trata más bien de un zaguán donde no pueden entrar dos personas de frente, tiene una pequeña barra con sillas donde se sientan los clientes que en un principio tomaban reparador y un delicioso kumis casero, luego a la carta se le agregaron acompañantes como tacos chinos, pasteles de pollo, mantecadas y almojábanas.
Fue tanto el éxito de la bebida de color amarillo intenso cuya receta original ha sido el secreto más guardado y tal vez, en ella radique el éxito de la preparación que se sabe, lleva ahuyama, leche, canela y esencias, la que también al gusto del cliente se le adiciona un trago corto de brandy para hacerla más potente y afrodisiaca, afirman los que le dan dichas propiedades, pero lo cierto es que bien helado el cremoso Reparador sirve para calmar la sed y el hambre de quienes realizan sus jornadas por el centro de la ciudad.
“Mi papá fue Sargento Mayor, salió pensionado y le compró el negocio de Bajo Cero a un compadre hace 52 años, siempre se sostuvo y estuvo al frente del negocio hasta cuando tenía como 75 años y estuvo consciente, nos lo heredó, hemos seguido ahí con la misma tradición que dejó y nos la enseñó, fue una excelente persona y nos hizo ser honrados y trabajadores, ese fue el legado que nos dejó, los que le vendieron llevaba entonces como cinco años y desde ahí mi papá lo ha tenido por 52 años, o sea que Bajo cero lleva como 57 años, se creó por allá en el año 1965 y siempre ha funcionado en el mismo sitio, esa fórmula pasó del señor que se la vendió a mi papá, y mi viejo nos la heredó, varias veces nos han ofrecido plata por el establecimiento, por la fórmula pero no, hemos seguido sus enseñanzas de seguir con la tradición hasta cuando más podamos y eso hemo tratado de hacer”, expresó uno de sus hijos, Arturo quien junto a su otro hermano, Ernesto Solano Hernández, recibieron el testimonio de su papá Arturo Solano Pachón.
Sus clientes llegan a diario provenientes de todos los rincones de la ciudad en busca de la bebida, y dijo que son por lo general los comerciantes de la calle Doce, familias, empleados de la Gobernación, de la Alcaldía, de los almacenes y que en puentes festivos, temporadas como navidad y semana santa, llegan muchos turistas traídos por los ibaguereños que se han ido y que recuerdan este sabor, muchos son de Bogotá, de Medellín e incluso del extranjero, se van deleitados y admirados por tantos años de esfuerzo y tradición en un local tan sui géneris.
Manifestó Arturo que su padre iba a cumplir en abril 98 años, murió de causas naturales, lo atacaron las enfermedades normales y los achaques de la vejez pero se fue a descansar en paz y con la satisfacción de haber sido un boyacense que creó una tradición desde Ibagué para todos, era casado con doña Marisol Hernández quien trabajó junto a él hasta que se retiró, las honras fúnebres de don Arturo Solano Pachón se cumplirán desde este sábado 12 en Serfuncoop del barrio Cádiz al lado de la Registraduría y sus exequias serán este domingo 13 a las 9 de la mañana en la Iglesia San Judas Tadeo del sector de la Macarena; Descanse en Paz don Arturo y gracias por deleitar el paladar de los ibaguereños.