Ante el aumento de casos de fiebre amarilla en el Tolima, la Gobernación ha intensificado esfuerzos para frenar la propagación de la enfermedad en municipios del oriente del departamento.

Sin embargo, una de las barreras en la vacunación ha sido la negativa de algunos grupos religiosos a aplicarse el biológico, por lo que las autoridades han iniciado un trabajo conjunto con líderes espirituales para generar conciencia.

"Hemos tenido en el Tolima 40 casos de fiebre amarilla confirmados, de los cuales 17 han fallecido. Esto se presenta en el corredor de Cunday, Villarrica, Purificación, Prado y Dolores, que son los municipios en mayor alerta", explicó el secretario del Interior, Ricardo Suárez.

Según el funcionario, la letalidad de la enfermedad en el departamento es del 42%, lo que ha llevado a la Gobernación a fortalecer las campañas de vacunación.

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Sin embargo, ha sido evidente la resistencia de ciertos grupos religiosos.

"Algunos grupos tienen la creencia de que, por motivos religiosos, no pueden aplicarse la vacuna. Por eso hemos venido trabajando a través de la Dirección de Derechos Humanos y Asuntos Religiosos en concientizaciones dirigidas a estos grupos, a los pastores, para que nos ayuden a sensibilizar a las personas, especialmente a los padres que no permiten que sus niños se vacunen", afirmó Suárez.

Aunque el secretario no señaló a una religión en particular, reconoció que ha habido resistencia en algunos sectores. "Seguimos trabajando de la mano de nuestra directora y bajo las directrices de la gobernadora, Adriana Magali Matiz, para que estos casos lleguen a cero", agregó.

Finalmente, Suárez recordó que la vacunación sigue siendo obligatoria para los menores de edad en zonas de alto riesgo. "Estos municipios están en alerta amarilla porque están al pie del bosque de Galilea, donde se está presentando el brote de fiebre amarilla", concluyó.