En un esfuerzo histórico por fortalecer los lazos con las comunidades indígenas del departamento, el gobierno del Tolima anunció el inicio de dos convenios clave con el Consejo Regional Indígena del Tolima (CRIP). Con una inversión que supera los 6 mil millones de pesos y una visión clara de protección y sostenibilidad ambiental, estas iniciativas buscan articular el conocimiento ancestral con estrategias modernas de educación ambiental.

“Estamos aquí para reafirmar nuestro compromiso con las comunidades indígenas y sus saberes ancestrales. Queremos generar procesos de formación que no solo impulsen la educación ambiental, sino también que promuevan la preservación de los recursos naturales en armonía con la tradición indígena”, destacó Olga Lucia Alfonso, directora de Cortolima.

Uno de los pilares fundamentales de estos convenios es el fortalecimiento de la guardia indígena, una institución clave para la defensa del territorio y los recursos naturales. Este componente refuerza el papel de las comunidades indígenas como garantes del equilibrio ambiental y cultural en sus regiones.

Hace aproximadamente un año, en este mismo escenario, se realizó una rendición de cuentas con las comunidades indígenas, donde se revisaron los logros y retos de las políticas implementadas. Hoy, el gobierno departamental puede destacar un esfuerzo sostenido, que ya ha superado los 6 mil millones de pesos destinados exclusivamente a beneficiar a estas comunidades.

Educación ambiental y preservación de recursos: Los convenios incluyen programas de capacitación en educación ambiental que buscan generar conciencia y herramientas prácticas para cuidar el medio ambiente. También se promueve la integración del conocimiento ancestral, que ha sido una guía invaluable para la gestión sostenible de los recursos naturales del Tolima.

Proyección de futuro: El gobierno departamental reafirmó su compromiso de seguir trabajando por las comunidades indígenas. “Estamos seguros de que el fortalecimiento de estas iniciativas no solo aporta al desarrollo social, sino también al equilibrio ambiental que necesitamos para el bienestar de las futuras generaciones”, subrayó Alfonso Iannini.

Con estos pasos firmes, el Tolima se consolida como un ejemplo de inclusión, respeto y colaboración con las comunidades indígenas, reconociendo el valor de sus tradiciones y saberes como un aporte fundamental para la sostenibilidad del territorio.