Aunque se reporta una reducción significativa en comparación con el año anterior, la cifra de afectados sigue siendo alarmante. Hasta la fecha, 52 personas han resultado quemadas, y de ellas, nueve son menores de edad, una situación que continúa encendiendo las alarmas de las autoridades.

Los municipios con mayor número de casos incluyen Ibagué, Ortega, Guamo y El Espinal, donde a pesar de las campañas preventivas y controles, el uso indebido de pólvora persiste. La situación de los menores es especialmente preocupante, pues refleja fallas en la supervisión familiar y el incumplimiento de las restricciones impuestas por las autoridades.

“Esto no debería suceder en el Departamento del Tolima. Nos sigue preocupando mucho que los niños sean víctimas de quemaduras por pólvora. Aunque los casos han disminuido, la meta es que estas cifras llegan a cero”, afirmó Fair Alarcón, coordinador Sivigila,

De cara al 2025, se plantea reforzar las estrategias de sensibilización con campañas educativas dirigidas a familias y colegios, así como operativos más estrictos para controlar la comercialización ilegal de pólvora. Además, se incentivará la organización de espectáculos públicos de luces por parte de los municipios, promoviendo alternativas seguras para la celebración de las festividades.

Con el cierre oficial de la temporada este fin de semana, las autoridades esperan que las cifras no sigan aumentando. Sin embargo, el llamado sigue siendo contundente: proteger la vida y la integridad de todos, especialmente de los menores de edad. “La pólvora no es un juego. Solo un departamento comprometido podrá garantizar que esta tradición deje de causar tragedias”, concluyó el funcionario.