Ante el brote de fiebre amarilla en el suroriente del Tolima, que ya ha dejado cinco fallecidos en municipios como Villarrica, Cunday y Purificación, la Gobernación del Tolima, en cabeza de la Secretaría de Salud liderada por Katherine Rengifo, ha intensificado los esfuerzos para contener el contagio. Durante una reunión reciente con el Superintendente de Salud y los gerentes interventores de las EPS, se acordó la ampliación de los equipos de vacunación en la región.

El plan, que ya está en marcha, incluye la activación de 58 nuevos equipos de vacunación para reforzar las labores en los 11 municipios priorizados. Hasta hace dos días, se habían vacunado 34,000 personas y, con la expansión del personal, se estima alcanzar entre 36,000 y 37,000 inmunizados. El objetivo es vacunar al 100% de la población en riesgo para cerrar el cerco epidemiológico antes del 5 de diciembre.

La fiebre amarilla se transmite por el mismo mosquito que el dengue, lo que exige tomar medidas preventivas:

Protección personal: Usar prendas largas y repelente para evitar picaduras.

Eliminación de criaderos: Descartar cualquier acumulación de agua que sirva como foco de reproducción para el mosquito.

Vacunación: Todas las personas de entre 1 y 59 años deben recibir una sola dosis de la vacuna para protegerse de por vida.

"Con este esfuerzo coordinado y el compromiso de los alcaldes, los gerentes de las EPS y nuestro equipo de salud, estamos avanzando rápidamente para proteger la vida de nuestra gente", afirmó César Picón, jefe de gestión territorial del Ministerio de Salud.

El llamado a la población es a acudir a los puntos de vacunación habilitados, seguir las recomendaciones preventivas y colaborar con las autoridades para detener la propagación del brote. La gobernación continúa liderando acciones para garantizar que el Tolima supere esta emergencia sanitaria con éxito.