Las águilas cuaresmeras llegaron al Tolima y estas son las razones por las que se deben proteger
Se acerca la Semana Santa y seguramente usted ha oído de las comúnmente llamadas águilas cuaresmeras, aves rapaces migratorias que retornan a su hogar y que las veremos pasar por el departamento del Tolima.
Durante su estadía en la región, muchas de ellas son atacadas y cazadas con fines supuestamente alimenticios y afrodisíacos, lo cual es totalmente falso. Así lo desmintió Mauricio Jaramillo Tamayo, profesional de Control y Vigilancia de Cortolima, quien estuvo en Ecos del Combeima y sostuvo que no existe ninguna evidencia que sustente que estas aves pueden tener un efecto de potenciador sexual.
“Matar o capturar animales de fauna silvestre es un delito y tiene penas de carácter, no solo económico, sino también privativas de la libertad. Esto para que la gente lo tenga en cuenta”, aseguró.
El llamado es a proteger y salvaguardar estas especies que ya se pueden avistar en los cielos de Ibagué.
“Tradicionalmente, uno de los lugares donde se pueden observar es en el Cañón del Combeima, donde ellas han utilizado como un sitio de descanso en su viaje para descansar y tomar el último impulso”, dijo Tamayo.
El profesional agregó que otras de las especies rapaces migratorias que se podrán apreciar por el tiempo de cuaresma son: el águila pescadora y el águila tijereta, entre otras.
Otro riesgo
Por su parte, en Ecos del Combeima estuvieron otras funcionarias de Cortolima, quienes fueron enfáticas en rechazar el uso de la Palma de Cera como costumbre religiosa para conmemorar el Domingo de Ramos.
Según explicaron, esta planta es nativa del Parque Nacional Natural Los Nevados, y que constituye un hábitat para muchas formas de vida, frecuentemente especies en riesgo de extinción.
“Desde Cortolima queremos hacer un llamado a la comunidad, que es la estrategia que estamos implementando de cambiar el uso de esta palma en esta fechas y celebraciones religiosas. Esto consiste en trabajar con especies nativas que se están divulgando y trabajando”, aseguró Margarita Vargas, ingeniera forestal.