En primer lugar hay que decir lo de siempre, lo ya recurrente, lo tremendamente trillado: Mejor región con todos los  privilegios que el Tolima, ninguna. Ubicación estratégica ideal. En el corazón del país. Tierras fértiles, para convertirnos en una rica despensa alimentaria. Diversidad cultural. Municipios con grandes fortalezas para desarrollar cadenas productivas con base al turismo y la agroindustria. 

En fin, lo tenemos todo para ser un departamento potencia. Qué nos estaría faltando para emprender esa ruta que nos lleve a la cumbre del progreso?. Sin ninguna duda, sumar sinergias. 

En todos los campos contamos con el talento suficiente para emprender grandes retos. La debilidad está en la dispersión. Cada uno haciendo por su lado.  Hoy tenemos, por fortuna, que los dos más altos funcionarios del gobierno tolimense gozan de gran poder de convocatoria. 

El gobernador Oscar Barreto y el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, tienen la oportunidad histórica, en un momento histórico, de hacer no la revolución pero sí de trazar un nuevo modelo que permita al Tolima aprovechar las oportunidades que tiene y que no puede aplazar más.

Una primera tarea es propiciar remezón en lo que se conoce como gremios económicos. Ahí existe un anquilosamiento preocupante. No se ve renovación. Incluso, actores que ya habían cumplido su ciclo con poco aporte, hoy se reencauchan en juntas directivas como la Cámara de Comercio de Ibagué.

Entre la clase dirigente política debe darse un proceso de trabajo en equipo. Los parlamentarios tolimenses deben hacer esfuerzos en ese sentido.  Por la preparación, por el perfil, por el liderazgo que ha mostrado en las últimas semanas a nivel nacional en el tema de la paz, el representante Carlos Edward Osorio sería el indicado a convertirse en un timonel de agrupamiento.

Por lo pronto hay que ir a Santander

* Ex jefe de redacción de Tolima 7 días

* Especialista periodismo cívico USA