Sellan lujosas construcciones en los cerros orientales de Bogotá
Por falta de licencias de construcción y presuntos delitos ambientales, la Alcaldía Local de Chapinero –de forma coordinada con la Policía y las Secretarías de Gobierno y Hábitat– selló cuatro obras ilegales que se efectuaban en los cerros orientales de Bogotá, situación que ya había sido advertida en enero pasado por El Espectador.
De acuerdo con la Alcaldía, se trata de construcciones ilegales que se desarrollan en el sector conocido como ‘El Bagazal’, el cual hace parte de la reserva forestal de los cerros. En la zona, el Distrito tiene en curso cinco actuaciones administrativas de orden sancionatorio contra varios predios.
“En esta jornada se reiteró la medida de suspensión de obra en tres de las cinco construcciones y se materializó una medida de suspensión ordenada por la Corporación Autónoma Regional (CAR) en relación con la afectación del cauce de una fuente hídrica, mediante la imposición de los respectivos sellos”, explicó la Alcaldía.
Según Hernando José Quintero, alcalde de la localidad, una vez se surta el derecho de defensa y el debido proceso en las actuaciones en curso, se impondrían sanciones urbanísticas, que pueden derivar incluso, en la demolición de las obras. “La administración local, a través de la oficina asesora de obras, continuará realizando la vigilancia y control a las construcciones ilegales ubicadas en la franja de adecuación y zona de reserva forestal”, indicó el Distrito.
Los primeros sellos los puso en marzo de 2015 la administración local argumentando que violaban el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que impide construir en zonas de reserva. Las únicas casas permitidas son las construidas antes de 1988, cuando la zona no había sido declarada de protección. Junto con esas, se sellaron otras tres obras.
El 22 de octubre de 2015, además, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) impuso medidas preventivas contra la firma Kaysser C.K. y Alfonso Enrique Mattos Barrero, dueños de tres casas que se construían en ese sector de la localidad de Chapinero, debido a presuntos delitos ambientales.
La SDA ordenó la suspensión inmediata de las construcciones porque encontraron que se estaba desviando el cauce de la Quebrada Rosales para hacer embalses y diseños de jardines, talando árboles nativos y plantando especies exóticas; además, habían invadido el Corredor Ecológico de Ronda (CER) con muros de concreto.
El 11 de diciembre de 2015, estando ambos sellos vigentes, la asociación Amigos de la Montaña le envió a la SDA fotos y videos para demostrar que las construcciones seguían en curso. El mismo día que los funcionarios hicieron una visita técnica encontraron un camión cargado de materiales de construcción entrando a la zona de reserva. De acuerdo con un informe de la Secretaría que conoció El Espectador, cuando le preguntaron al conductor a dónde iba, respondió que estaba perdido. La SDA alertó a la Alcaldía de Chapinero sobre la violación de los sellos.
Para intentar detener las construcciones que afectan la reserva, la Alcaldía local interpuso una denuncia penal contra la comercializadora, ya que, explicó en su momento Mónica Gutiérrez, abogada que apoya a la Alcaldía de Chapinero en el tema de los Cerros, “volquetas, materiales de construcción y obreros ingresan cada día a la zona”. Las obras, sin embargo, continúan. La Alcaldía argumenta que, aunque algunos vecinos les piden que incauten los camiones, esto sobrepasa sus funciones, y por eso le ha enviado oficios a la CAR para que actúe.
Este caso es una nueva muestra del conflicto que se vive por los Cerros. Unos 60 barrios que colindan con la reserva tienen construcciones que la afectan y, según Mauricio Jaramillo, entonces alcalde local de Chapinero, el año pasado se sellaron casi 200 construcciones que no tenían licencia.
Tomado de El Espectador (ver nota original)