Aclaro también, antes que me sometan a una crucifixión, que no se trata de ningún revanchismo. Es natural que alguien pueda pensarlo, por el hecho que fui candidato derrotado en la contienda electoral del pasado 25 de octubre. Todo lo contrario, y así quedó consignado desde el mismo instante de conocidos los resultados, que lo único que esperaba, al igual que muchos libanenses,  era  un acierto absoluto en la conducción de nuestro municipio por parte del alcalde Castellanos, sobre todo después de lo padecido en el nefasto cuatrienio anterior.

Ciertamente en estos primeros días de gobierno a la mayoría de los 1.102 alcaldes y 32 gobernadores los hemos observado moviéndose con diligencia y celeridad. Unos haciendo anuncios, otros entregando opiniones, mostrando gestión, algunos incluso ya ejecutando   acciones, independiente de si están equivocadas o no. En esas labores hemos visto entre otros, a gobernadores como Barreto del Tolima y Amaya de Boyacá; a alcaldes como Peñalosa en Bogota; Guillermo Alfonso en Ibagué; Armitage en Cali; Hernández en Bucaramanga; Gutiérrez en Medellín; lo mismo que el alcalde de Sutamarchán o el de Pitalito, pero el del Líbano hasta el momento no ha dicho mayor cosa. Ni siquiera en el discurso de posesión que fue frío y pusilánime. La expresión popular que según como sea el desayuno así será el almuerzo, nos podría estar indicando que en lo observado en el arranque del alcalde Castellanos, el almuerzo pinta escaso de sustancia.

Recordarle al alcalde Castellanos que el tiempo es implacable, y que en el Líbano todo y mucho está por hacer. Por ejemplo, a estas alturas era para que nos hubiera entregado una posición categórica frente al tema del agua en el municipio. Cada día se complica más la situación de escasez de agua en el corregimiento de El Convenio. Con urgencia manifiesta, debió hacerse una solicitud de pronunciamiento a Cortolima con respecto a la explotación minera que allí se adelanta.

En otro punto, por lo menos debió ya haber anunciado un plan de choque frente al tema de drogadicción y alcoholismo que afecta de manera preocupante a una buena parte de la población joven, y así igual en otras problemáticas, caso recuperación de la malla vial y el sector rural. Un anuncio esperado tiene que ver con el informe del empalme. Hoy nadie sabe cómo se recibió el municipio.

Disculpará el alcalde Castellanos estas sugerencias pero es que resulta pertinente hacerlas, sobre todo que estamos frente a un Alcalde que estuvo durante dos periodos consecutivos intentando llegar al cargo. Por consiguiente, gozó de todo el tiempo para hacer no solo un análisis juicioso de la situación, sino de haber proyectado una propuesta novedosa, vanguardista, como se la merece el Líbano a fin sacarlo de la crisis en que se halla.  Por esa razón, debe entender que el nivel de exigencia del grueso de libaneses será alto con su gobierno, pues las expectativas de cambio van a estar ahí de manera permanente hasta su último día de mandato. Esto lo deberá entender también su equipo de colaboradores.

Ahora bien, es claro que el alcalde Castellanos  tiene un obstáculo que seguramente no lo deja dormir tranquilo y no sabemos si le asiste el carácter de zafarse de esa limitación. De suceder, sería algo histórico y saludable para los intereses del Líbano. Se trata de gobernar con independencia de su jefe político Mauricio Jaramillo. Pero ahora para colmo de males tiene otro jefe, y uno no sabría diferenciar sí ese es peor. Eso sí, mejor nunca. Ese es el dilema, ese sí es el problema espinoso que ha tenido el Líbano. Los alcaldes pertenecientes a este grupo político, la mayoría no han podido gobernar con independencia. Todo se lo impone el cacique. Ahora son dos caciques. El resultado es el atraso que hoy tenemos.

Coletilla 1.  A mis amigos que me llaman para decirme que continúe el proceso político de la Alcaldía del Líbano y a los 550 libanenses que creyeron en nuestra propuesta, les anuncio que no tengo ningún interés en ello…desde luego sí quiero aportar en la discusión para seleccionar un buen candidato… una persona visionaria, con liderazgo, de carácter, comprometida en derrotar la corrupción, el clientelismo e ineficiencia. El objetivo es el futuro del Líbano, sobre todo hoy cuando las oportunidades son colosales.

Coletilla 2. Insto al alcalde Castellanos a que abandere la defensa del agua y del medio ambiente con entereza y convicción.

Coletilla 3. Reiterarle al alcalde Castellanos y a sus seguidores que esta no es una crítica con sabor a zancadilla ni menos ponerle palos en la rueda…es cierto que se está apenas arrancando, pero es necesario desde el inicio apretar el acelerador…no olvidamos que si le va bien al alcalde nos va bien a todos…es por el Líbano…es evitar que, ojalá no ocurra, en tres años alguien esté diciendo que era mejor Antonio Giraldo…ahí sí sería el desastre… a acertar Alcalde…porque con Germán Castellanos todos ganamos.