Según la bióloga de Cortolima Indira Vallejo, el animal llegó en malas condiciones físicas y con una soga sobre la cintura que sugiere que el individuo era tenido como mascota.

En la valoración clínica hecha por profesionales de la Corporación,  determinó que, el Mono Aullador pesa 7 kilos, tiene una longitud de 113 cm, presentó síntomas de deshidratación, evidencia de lesiones en la piel a nivel de la ceja, alrededor de las comisuras de los labios, en una mano; las cuales ya fueron atendidas por los médicos veterinarios de la entidad ambiental.

Mientras recibe toda la atención médica el Mono Aullador, Cortolima hará contacto con el zoológico de Medellín, el cual desarrolla el proyecto de rehabilitación y recuperación de esta especie, para su posterior reubicación. 

Cortolima, recomienda a la comunidad en general que la fauna silvestre no debe ser considerada como mascota, ni permanecer en cautiverio ni mucho menos fuera de su hábitat natural. 

Es de anotar, que la justicia colombiana castiga penalmente a aquellas personas que trafiquen con fauna silvestre. Para ello,  la Máxima Autoridad Ambiental en el departamento tiene programas de entregas voluntarias.