La restructuración de la Universidad del Tolima para alcanzar un estado de equilibrio sigue avanzando, el día de ayer se realizó una nueva reunión del Consejo Superior en donde se dio a conocer a grandes rasgos los resultados del estudio de la Universidad del Valle que sería base de dicha restructuración. 

El representante de los profesores de la UT, Alexander Martínez, puntualizó que se presentaron tres puntos bases, el primero que la Universidad tiene una crisis financiera profunda que no se logrará superar a corto plazo, el segundo que para superarla se necesitan hacer implementar medidas de austeridad y de recorte sobre todo en gastos administrativos, tercero que la Administración de la UT en coordinación con la U. del Valle deben entregar las acciones que se deben implementar para intervenir e iniciar la restructuración. 

Estas indicaciones han causado malestar entre los funcionarios de la UT que puntualizan que se llevará a cabo una masacre laboral para poder abarcar las medidas, en este sentido Martínez Rivillas comentó que las persona que devengan bajos salarios no deberían ser prioridad a la hora de tomar medidas que impliquen su desvinculación. 

“Hay que buscar medidas de ajuste que impliquen ahorros en altos mandos y reducciones de gasto en los mandos medios y como última alternativa intervenir a la población de bajos ingresos, la planta docente no se tocará porque se debería estar en 800 profesores y al día de hoy apenas hay 325 por lo que los esfuerzos de ahorros deben orientarse para poder a un futuro cercado lanzar una nueva campaña de convocatoria docente”, afirmó Martínez.  

En cuanto a la gestión del rector Omar Mejía puntualizó que el proceso de restructuración ha sido lento y las medidas debieron llegar desde hace meses, comentó que la restructuración de direcciones de programas y secretarios académicos entre otros ayudo a generar disminución de gastos en el personal administrativo que se acercan a los 4 mil millones de pesos por lo año. 

Sin embargo aseguró que se necesita un recorte de la misma magnitud o incluso mayor para lograr un progreso significativo en la crisis, “si uno suma la nómina transitoria la disminución es ostensible pues no está ni siquiera en 100 personas y en la administración de Muñoz Ñungo superaba los 150, en los OPS también se ha sentido alivio pues anteriormente se tenían cerca de 600 personas y en esta administración hay un promedio de 140”.

Aseguró que teniendo en cuenta estos cambios positivos es ilógico afirmar que los costos de la Universidad han aumentado como se ha querido hacer ver desde algunos sindicatos vinculados a la UT.