Econoticias dialogó con el presidente del Comité de Gremios y del Comité de Arroceros de Ibagué, Gabriel Márquez, acerca de la alerta que se ha desatado en el país por la posible llegada de un producto que imita el arroz natural que es hecho industrialmente a base de plástico con muy bajos costos y que podría estar inundando los mercados en el mundo.

“Nosotros hemos tenido conocimiento de la existencia de ese tipo de arroz pero no sabemos en qué parte de Colombia se ha presentado pero en Ibagué, estamos seguros que no se ha dado en Ibagué y también los industriales o los molineros del gremio no se estén prestando para esa trampa y lo que conocemos es por lo que hemos escuchado, no porque tengamos un conocimiento específico, por ahora lo del arroz chino, es eso, ‘un cuento chino’”, afirma el dirigente Márquez.

Sobre las consecuencias que podría generar para quienes lo pudieran consumir, dijo que podrían ser muy graves y sería algo similar a rayar una cuchara de plástico y colocarlo en el alimento para comérsela, agregó que está seguro que ningún agricultor, industrial o comerciante respetable haría eso en Colombia a no ser que sea engañado.

“Tengo entendido que eso podría haber pasado o estar pasando en México pero no se tiene la certeza, porque no hay un conocimiento oficial, le agradeceríamos a quienes pudieran llegar a saber de eso o detectarlo, que lo denuncien porque es verdaderamente un crimen, poner la gente a comer arroz plástico, no conozco como es este tipo de producto pero creo que se puede reconocer a través de algunas técnicas como por ejemplo que al introducirlo en agua, este flotará”, agregó.

Dijo que las medidas que se deben tomar es a través de los comerciantes, que sean muy correctos y honestos y deben tener claridad sobre a quien les compren los arroces, que sean empresas serias, reconocidas y legales, que los facturen y así se puede tener una garantía de calidad y origen del producto, porque expresó que está seguro que ningún empresario o industrial honesto pueda estar haciendo eso en Colombia.