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Tolima
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¿Cómo está afectando el cambio climático a las fuentes hídricas del departamento?

José Edgar Bonilla, secretario de Desarrollo Agropecuario y Producción Alimentaria, explicó cuáles son los grandes desafíos del Tolima en temas de sostenibilidad y expuso el preocupante aumento de temperatura y disminución de glaciares que se presenta en el territorio.
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Gobernación del Tolima
11 Sep 2018 - 16:36 COT por Ecos del Combeima

 

El departamento del Tolima cuenta con una amplia riqueza hídrica que desde la Corporación Autónoma y las entidades territoriales se debe proteger para garantizar la sostenibilidad ambiental a futuro de la región.

 

Para el secretario de Desarrollo Agropecuario y Producción Alimentaria, José Edgar Bonilla,  la oferta hídrica del Tolima está compuesta por 18 fuentes que producen cerca de 350 metros cúbicos por segundo, esto en 551 mil hectáreas que corresponden a los páramos, áreas protegidas y humedades.

“Esa oferta hídrica se está produciendo en el 23% del área del departamento, contamos con excelente agua pero estamos deteriorando esta oferta hídrica. Hace 10 años en Colombia se talaban más de 600 mil hectáreas, solo el año pasado se talaron 419 hectáreas en el Tolima”.

Según el funcionario hay causas muy puntuales que causan deterioro en la oferta hídrica:

  1. Explotación agropecuaria en ecosistemas  estratégicos
  2. La expansión de la frontera agrícola
  3. Cultivos Ilícitos (pese a su reducción)
  4. Incendios forestales
  5. Contaminación hídrica

“Los municipios del Tolima necesitan cerca de 132 plantas de tratamiento para controlar y descontaminar las fuentes hídricas y tratar las aguas negras, de ellas se han construido 54 pero de ellas solo 16 están funcionando efectivamente con una remoción arriba del 80%, el caso de Ibagué es muy grave porque la carga orgánica que vierte es de 11.423 toneladas al año de las cuáles se tratan solo 440 toneladas es decir ni siquiera el 5% del agua que va por el alcantarillado se trata, el aporte en solidos es de 15.498 toneladas al año y solo se tratan 598 toneladas”.

El secretario afirmó que la situación de todos los municipios del Tolima es muy similar y por eso se debe prestar especial atención al tema.

Se avecina un fuerte Fenómeno del Niño 

También comentó que el Fenómeno del Niño que se avecina también es motivo de alerta para los organismos de socorro pues el cambio climático ha traído cambios bruscos a los que la humanidad se tiene que empezar a adaptar para mitigar los riesgos.  

“Esta semana hubo una alerta temprana, por parte de la administración nacional oceánica y atmosférica, de que habrá un fuerte Fenómeno del Niño desde noviembre hasta junio del 2019, el IDEAM además ha informado que la temperatura desde el año 1976 al 2015 aumento 0.83 grados centígrados, para el 2070 se espera que aumente 1.4 grados centígrados y para el 2100 el aumento podría llegar a 2.4 grados centígrados”.

El secretario explicó que según el IDEAM el aumento de temperatura sumado a los cambios de uso de suelo llegará a aumentar los procesos desérticos, disminución de productividad y pérdidas de fuentes hídricas así como olas de calor en zonas urbanas.

“El Tolima aumentará las precipitaciones hasta en un 17%, en Ibagué en el sector de los nevados y los municipios del suroriente se podrán presentar los mayores aumentos entre el 30% y 40%, esto ocasionará daños en la infraestructura, deslizamientos y un sin número de aspectos. Nos pone a pensar que se habla que en 30 años el país quedaría sin nevados, el Volcán Nevado del Ruiz en este momento tiene 7.33 kilómetros cuadrados pero tiene una pérdida anual del 4%, el Volcán Nevado del Tolima tiene 0.62 kilómetros cuadrados pero tiene una perdida también del 4% anual, el Volcán Nevado de Santa Isabel tiene 1.01 kilometros cuadrados y la pérdida anual es del 7%”.

José Edgar Bonilla recordó que hace 110 años el Nevado del Tolima tenía en su casquete 9.1 kilómetros cuadrados de nieve y hoy solo tiene 0.62 lo que es un claro reflejo del grave problema que viene sufriendo el país en perdida de páramos y glaciares.

“La adaptación que tenemos que hacer como hombres, entidades y Estados tienen que proyectarse al clima del futuro, la competitividad regional debe proyectar los sectores más adaptados al clima del futuro, entendiendo la relación con el entorno natural donde el clima y la temperatura influirán con el acceso al agua, la calidad de los suelos y conservación o perdida de los bosques y biodiversidad, tenemos que tener claro que el Estado es el principal contaminador porque los vertimientos de los acueductos y alcantarillados los están depositando directamente en las fuentes hídricas”.