Durante la realización del último comité donde participó la alcalde de Murillo, Martha Cecilia Sánchez, su gestora social, Marilú Sánchez, el alcalde del Líbano, José Germán Castellanos Herrera y el represéntate a la Cámara por el Tolima, José Elver Hernández, se dejó claro la intención de que el proyecto vial del orden nacional Cambao-Manizales-Líbano debe terminarse pero este cada día está más lleno de incertidumbre.

“Entre los compromisos puntuales es que nosotros no hemos querido ceder ni hemos querido claudicar en nuestro intento en este proyecto que están necesario para la región se quede allí, se quede además en haberse promovido unas acciones de orden jurídico sino que se convierta en una realidad”, expresó Martha Cecilia Sánchez.

La alcaldesa dijo además que está transición de gobiernos sin lugar a ‘equívocos’ va a generar ciertas situaciones complejas.

“Estas acciones queremos superarlas para que administrativamente se puedan cumplir los compromisos y así generar un cambio de diseño en una vía que estaba prevista para 930 y que pase a 630”.

Agosto: mes decisivo

“Para el mes de agosto esperamos tener la respuesta definitiva en donde puedan indicarnos la fecha tentativa de la fase de construcción de la unidad funcional 4 y 5 que le corresponden al municipio de Murillo y al sector denominado La Esperanza que nos comunica con la ciudad de Manizales”, dijo la burgomaestre.

“La esperanza se mantiene”

Agregó la alcaldesa Sánchez que desde que haya voluntad política la esperanza no se perderá. Dijo que Iván Duque, presidente electo, quedó con compromisos para sacar adelante esta iniciativa. 

“Vamos a seguir esforzándonos para que a la culminación del presidente Santos o el inicio de Duque, esta obra que ya fue adjudicada mediante el contrato concesión N° 08 de septiembre de 2015 sea una realidad porque aquí se han creado unas expectativas y existen muchos mecanismos jurídicos para seguir reclamando este proyecto”.

Sobre las modificaciones que se hicieron para que exista un equilibrio económico y medio ambiental, ya que se requiere construir vía donde pasa un páramo.

“Hacía el sector de Manizales nos encontramos una vía muy angosta que de ser intervenida tendría una injerencia en las zonas protegidas por páramos, por ley segunda y por la protección especial que tiene los parques naturales, es decir que nosotros no podemos ver en contravía de los competentes ambientales, pero que las partes pretenden hacer un ajuste al alcance del contrato”.