José González, veedor del municipio de Cajamarca, denunció una serie de presuntos actos de corrupción en el interior de la Administración Municipal, supuestamente desde que Andrea Canizales ofició como alcaldesa encargada de esa municipalidad. Según González, el contrato para la certificación de los servicios públicos tuvo múltiples irregularidades.

De acuerdo al veedor, un contrato que firmó el hoy alcalde Pedro Marín para fortalecer las juntas de acción comunal, contempló la repartición de anchetas cuyo precio promedio -de acuerdo a los productos que llevaba- estaba alrededor de los 30 mil pesos, pero fueron facturadas por 75 mil pesos.

"Se están presentando contratos a dedo, amarrados únicamente para los amigos del alcalde (...) con esa plata ya hubieran podido comprar el carro de basuras (...) cada mes le están metiendo un convenio a ese carro (...) con el actual alcalde se le han invertido más de 150 millones a ese vehículo", manifestó el veedor.

José González aseguró que ha recibido múltiples amenazas por la labor de veeduría que ha venido adelantando, situación que lo obligó a salir del país.