En este país cabemos todos
La decisión de la Honorable Corte Constitucional tomada y conocida en la tarde de este lunes 18 de julio de 2016 que declaró exequible el Proyecto de Ley Estatutaria conocida como "Plebiscito por La Paz" y la inminente firma del acuerdo final que, por cierto, se presume se protocolizará mucho más rápido de lo esperado, dada la misma presión que la decisión de la Corte y la expectativa generalizada de la sociedad generan, me sirven de sensata disculpa y justificación para aventurarme a compartirles esta frase motivacional, que no tiene por objeto nada diferente, a despertar el interés de todos ustedes en relación con una realidad que a partir de hoy acometeremos con todo rigor en defensa del SÍ, frente al importante mecanismo de participación plebiscitario, y en el que espero participemos con todo fervor.
Como representante de la mayor fuerza política del Tolima. Como coautor y coordinador ponente del Marco Jurídico para La Paz, que se empezó a tramitar en el 2011, y como coordinador ponente y/o defensor convencido de cuánta iniciativa complementaria se ha tramitado en el Congreso de la República relacionada con la paz, no podemos estar ausentes de una tarea tan titánica como dignificante, que nos correspondió vivir y que documentará la historia.
Hoy con la historia y con el país, tenemos el compromiso de multiplicar un mensaje claro y contundente, que naturalmente parte del respeto a quien piensa diferente, pues sin duda consideramos que todos los colombianos sin excepción alguna, queremos la paz; solo que tenemos diferencias en la escogencia del camino para llegar a ella.
Valga decir, no dudamos un solo segundo, que el camino que escogimos, lo transitamos por una trocha - lejos esta de ser una carretera pavimentada y doble calzada - con miles de obstáculos y sobresaltos, pero que nos llevará al puerto seguro de la reconciliación nacional.
Tal como lo dijimos en la columna que nos publicó el sábado 16 de julio el periódico El Tiempo, no se conoce un solo proceso de paz en el mundo perfecto, y el de Colombia no será la excepción.
Sin embargo, sí esperamos que por Colombia saquemos un proceso de paz adelante, que seguramente tiene imperfecciones, pero que salvará muchas vidas y nos permitirá reconciliarnos, pues en este país cabemos todos.