Cada período electoral en el Tolima conjuga una serie de dinámicas que ponen en entredicho la verdadera esencia del fortalecimiento democrático de las colectividades y generan discrepancias que las mismas urnas deberían resolver. 

La fuerte presencia de caciques políticos tradicionales en la región con intereses personales por encima de los de sus propios partidos, acentúan estas divisiones y el concepto de partido se disuelve hasta donde llegan  esos mismos intereses.

El caso más flagrante es el del partido de la U que aspira a tener candidato propio a la Gobernación y en el que el médico y ex alcalde de Ibagué Jorge Tulio Rodríguez ha venido adelantando gestiones para asegurar su participación en los comicios del 2015. Sin embargo Jaime Yepes, actual representante elegido por la colectividad ha optado por integrar la llamada “Unidad Tolimense” que apoya al exsenador Mauricio Jaramillo, del Partido Liberal. De seguir con este apoyo y si no se obstaculiza el aval al médico Rodríguez, el apoyo de Yepes se daría en la sombra para no incurrir en doble militancia pero esa práctica tan mezquina es algo cada vez más  normal no solo en la política regional sino en la nacional con mucho más frecuencia.

El caso del Partido Conservador no es de menor importancia. Ante la llegada al ruedo del exgobernador Oscar Barreto después de levantada su inhabilidad por parte de la Procuraduría, el sector del Gomezgallismo en pleno y desde hace varios meses, se sumó a la alianza pro Jaramillo acentuando la crisis de identidad del colectivo que se creyó superada en parte cuando apoyaron al unísono al presidenciable Oscar Iván Zuluaga; pero perdió y ahora son parcialmente Santistas con lo que justifican su ingreso a la “Unidad”

Asimismo y con el antecedente de hace cuatro años en donde en una muy cuestionada determinación, el entonces presidente del Partido Conservador José Darío Salazar aseguró a los precandidatos del partido en el Tolima que se haría una consulta abierta para seleccionar el candidato a la Gobernación y resultó una mini convención donde de forma bastante cuestionada se eligió al recién llegado y hoy desaparecido del panorama político Luis Fernando Caicedo Lince.

Frente a este hecho hoy es casi una realidad que varios aspirantes de la colectividad entre los que se destaca el exdecano de la Facultad de Ciencias económicas de la Universidad de Ibagué y ex secretario de Desarrollo Agropecuario del Tolima Dr. Jaime Eduardo Reyes, estén contemplando abiertamente la posibilidad de inscribirse por firmas de no concretarse la consulta abierta que ha venido solicitando en instancias nacionales.

Este mismo caso aplicaría al ex senador Carlos García Orjuela quien ante el inminente apoyo del partido del expresidente Alvaro Uribe Vélez al ex gobernador Oscar Barreto Quiroga estaría contemplando este método de recolección de firmas para validar su candidatura, legitimando de esta manera el amplio sector que representa.

Por los lados del sur del Tolima surge la aspiración del exdirector de la Casa del Tolima Hugo Patarroyo quien viene trabajando de manera constante y se pelea un espacio para llegar a palacio del Mango.

El 2014 finaliza así con este panorama y evidentemente los primeros meses del 2015 serán claves para que las propuestas, los equipos y por supuesto los candidatos decanten un modelo que impulse el desarrollo del Tolima más allá del clientelismo tradicional y la repartija burocrática que cada ciclo histórico se repite mientras la región permanece a la expectativa de las soluciones básicas a las problemáticas que se agravan administración tras administración.

Conservadores votando por liberales, liberales por los del centro democrático, los de la U por cualquiera de los anteriores si tienen o no candidato, intereses personales de los caciques es lo que veremos nuevamente en estas regionales. En medio de tanto caos y entre tanta indisciplina de partidos es comprensible el por qué según la última encuesta de Ipsos Napoleón Franco sobre imagen de instituciones en Colombia se detectó que los partidos políticos, no logran tener una imagen favorable superior al 30 por ciento. El mejor calificado es el Liberal, con 29 por ciento; seguido por el Centro Democrático y el Partido Verde, con 28 por ciento. El movimiento peor calificado fue Cambio Radical, que obtuvo una imagen favorable del 23 por ciento y contraria del 55 por ciento. 

Por eso no es extraño que en el último año haya crecido el número de personas que dijeron no tener una filiación partidista, al pasar de 32 por ciento en mayo de 2014 a 38 por ciento en la última encuesta.