La carta de Jaramillo fue dirigida al director nacional del partido rojo, Simón Gaviria y en sus apartes, manifiesta que no ha encontrado interés de su parte, para darle solución a sus inquietudes y planteamientos y por lo tanto, nuevamente renuncia de manera irrevocable a partir del 1 de septiembre del presente año.

Desde hace algún tiempo se conocía de las profundas diferencias que el ex parlamentario Jaramillo, venía sosteniendo con el congresista liberal, por directrices y procedimientos asumidos en la dirigencia de la colectividad.

Se habla que la dimisión de Jaramillo sería el detonante de una profunda crisis y división al interior del liberalismo y se habla de la inconformidad que promoverían varios dirigentes a nivel nacional e incluso se especula que algunos llegarían a pedir la cabeza de Gaviria.

En medios locales se rumora, que también con su renuncia Mauricio Jaramillo estaría abriéndole espacio a una posible aspiración suya a la Gobernación del Tolima, tema que ya ha sido abordado por él en anteriores oportunidades y sería este el escenario que le abriría el camino.