A través de un hilo publicado en su cuenta de Twitter, el senador Gustavo Bolívar llamó la atención sobre varios problemas que genera la implementación del Plan de Formalización del Empleo Público.

“El Estado tiene casi un millón de contratistas por prestación de servicios que cuestan 21 billones de pesos al año. No hay estudio técnico para saber cuántos son corbatas (Cuotas políticas que cobran sin trabajar) Para depurar nóminas paralelas, se harán contratos por cuatro meses. En estos 4 meses las entidades deben determinar qué empleados se necesitan de planta y cuáles como contratistas”, trinó Bolívar.

Así mismo, explicó que si por ejemplo, el 30 por ciento fueran corbatas se ahorrarían 7 billones, pero se desataría una masacre laboral sin precedentes: 300 mil personas a la calle. 

“Aunque no se necesiten y el mandato de austeridad exija optimizar el gasto de funcionamiento, el Gobierno debe tener un plan de contingencia para atender esos cientos de miles de contratistas en la calle. Ellos son producto de un estado clientelista que por décadas funcionó así”, agregó.

Sin olvidar a cientos de miles de contratistas que quedaran en la calle generando una grave crisis de desempleo profesional. Buscarles un plan B. Puede ser adecuar la estructura del Estado para ejecutar el billonario presupuesto de inversión que se tendrá en los próx 4 años.

— Gustavo Bolívar (@GustavoBolivar) December 30, 2022

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También indicó Bolívar que pasados los cuatro meses, cuando cada entidad defina la ampliación de su planta de personal, un estudio financiero debe determinar el costo de las prestaciones sociales de esos cientos de miles de empleados que se vinculan de planta al Estado.

“Este dinero puede salir del ahorro que se obtenga con la eliminación de las nóminas paralelas, aunque no creo que sea suficiente. Lo importante es que el presidente Petro cumpla su promesa de formalizar cientos de miles de empleos, los empleos vuelvan a ser dignos y el Estado funcione de manera más eficiente”, concluyó.

Bolívar pide que no se olvide a cientos de miles de contratistas que quedarán en la calle, generando una grave crisis de desempleo profesional. “Buscarles un plan B. Puede ser adecuar la estructura del Estado para ejecutar el billonario presupuesto de inversión que se tendrá en los próximos cuatro años”, señaló.