Durante la audiencia pública de socialización del proyecto que busca prohibir el fracking en el país, expertos, ciudadanía y Gobierno alertaron sobre los graves impactos que traería esta práctica en el territorio nacional.

“El debate frente al fracking no es un debate de vida o muerte, es mucho más que eso: es un debate sobre la existencia misma en el planeta”, así inició su exposición la Senadora del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández, durante la audiencia pública del proyecto 114 de 2022 que busca prohibir esta actividad en Colombia.

Este encuentro fue convocado con el fin de escuchar a la ciudadanía, los expertos, analistas, al Gobierno y representantes del sector energético, para que el Congreso tenga todos los puntos de vista como parte de la deliberación y el trámite del proyecto de Ley.

La senadora Hernández, quien además es coordinadora ponente del proyecto, explicó que la iniciativa legislativa tiene tres objetivos esenciales: la prohibición de la práctica del fracking, la prohibición de la explotación y producción de hidrocarburos que tengan como fuente los yacimientos no convencionales y, en tercer lugar, se pretende establecer un periodo de dos años, una vez se apruebe dicha ley, para que el Gobierno expida la política pública de transición energética.

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Durante la audiencia, varios sectores de la ciudadanía se expresaron. “Venimos aquí para que se escuche nuestra voz frente a la defensa del páramo más grande del mundo: el Sumapaz. En Fusagasugá dimos el primer paso en Colombia frente a una consulta ciudadana que le dijo no al fracking. Queremos que ese ejemplo se replique en todo el país porque proteger la vida y el futuro de las próximas generaciones siempre estará por encima de todo”, dijo Patricia Rodríguez, una de las ambientalistas presente.

Entre tanto, para la senadora Esmeralda Hernández, Colombia debe cerrarle la puerta al fracking por sus altos costos ambientales y su riesgo para todas las formas de vida.

“En un pozo petrolero donde se usa fracking se gastan, en un solo día, dos veces más que toda la cantidad de agua necesaria para abastecer una ciudad como Barrancabermeja, que tiene más de 200 mil habitantes. Por eso el fracking debe irse de Colombia para siempre”, afirmó.

Asimismo, añadió que “la ciudadanía votó y decidió que no sigamos dependiendo del extractivismo ni combustibles fósiles; votó por un desarrollo con justicia climática, con justicia social y con justicia ambiental”.

A su turno, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien acompañó  la audiencia, expresó el respaldo del Gobierno nacional a esta iniciativa al señalar que es hora de que el país y la humanidad asuman un mayor compromiso ambiental con el planeta.

“Ya no es una lucha contra el cambio climático, el cambio climático ya se dio y es irreversible, esto es una lucha por la supervivencia que nos obliga a cambiar la forma como vivimos y cómo nos relacionamos con la naturaleza”, apuntó.

Tras la finalización de esta fase, el proyecto de ley continuará su respectivo trámite en el Congreso con miras a convertirse en ley de la República.