Entre la presunción de inocencia y la presunción de culpabilidad

El dirigente del Centro Democrático, señaló en un escrito que dicho juicio debe estar sometido a unas formas y ritualidades que no son menores. No son ni más ni menos, que garantías, que deben brindarle a todo ciudadano, independientemente de que haya sido o no, Presidente de la República.
“Es allí cuando afirmamos que no reclamamos para Álvaro Uribe Vélez más garantías por haber sido Presidente, pero tampoco menos garantías. Y es que nos llama la atención, por ejemplo, las menciones, a mi juicio desafortunadas que la Fiscalía General de la Nación, ha hecho, cuando se ha referido a la “opinión pública”, con independencia de lo mediático que resulte el asunto”.
Osorio indica que la presunción de inocencia como sucedáneo de prueba por ejemplo, es un derecho humano en virtud del cual toda persona es considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario. Bajo esta premisa y desprendido de subjetividades, “Álvaro Uribe Vélez es inocente gústele o no a sus detractores, hasta que se demuestre lo contrario a través de una sentencia debidamente ejecutoriada; óigase bien, debidamente ejecutoriada”, sostiene el documento del parlamentario.
Osorio se cuestionó que ¿Acaso se habrá desvirtuado la presunción de inocencia del Expresidente Uribe, con los testimonios rendidos por Cepeda, Deyanira y por Monsalve?, a lo que señaló que eso debe definirlo la jueza que lleva el caso.
El representante a la Cámara por el Tolima, Carlos Edward Osorio, aseguró que el proceso que se adelanta contra el expresidente Álvaro Uribe debe ser un juicio jurídico y no de juicio político.
Sobre el senador Iván Cepeda, el representante tolimense señaló que este ha sido un declarado contradictor del expresidente Álvaro Uribe es difícil pensar, creer o asumir, que realmente persiga la verdad y la justicia, desprovisto de su ideología, creencias y más íntimas convicciones.
Además, indicó, Cepeda reconoció bajo la gravedad del juramento que no le constaba, que los hermanos Uribe Vélez hubieren tenido que ver y/o participado en la conformación del bloque Metro de las Autodefensas.
Al referirse a Deyanira Gómez, otra de los testigos en contra de Uribe Vélez, Osorio señaló que comentó un acto grave contra la ley al reconocer que pagó a un abogado para que ingresara al centro penitenciario donde se encontraba privado de la libertad su exmarido Juan Guillermo Monsalve, un artefacto tecnológico Reloj-Grabadora, debe ser objeto de investigación con independencia del contenido de las grabaciones, “cuya admisibilidad probatoria resulta de suyo discutible, no sólo por la unidireccionalidad de las mismas, sino porque conforme a la doctrina del fruto del árbol envenenado, la que deslegitima e invalida no solo las pruebas obtenidas de manera ilícita sino que extiende también sus efectos de invalidez, a cualquier otra prueba que directa o indirectamente haya sido obtenida o tenga cualquier nexo con la que estuvo viciada, es decir, arrastra sus efectos a todas aquellas pruebas relacionadas y derivada”.
Sobre Juan Guillermo Monsalve, destacado como ‘testigo estrella’ en el caso contra Uribe Vélez, Osodio manifestó que “toda su narrativa parte del supuesto no comprobado, de que hizo parte del Bloque Metro de las autodefensas. Vale decir, se trata del testigo Estrella que se encuentra condenado a 40 años de prisión por concierto para delinquir, secuestro extorsivo y porte ilegal de armas. Vale decir, no por estar condenado debe restarle credibilidad a su dicho; pero lo que no resulta comprensible es que toda su diatriba gire alrededor de una condición de ex integrante de las autodefensas, sobre lo cual no hay registro alguno, y en cambio si, dicha condición ha sido negada por su propio Padre y por su propio hermano. Cabe puntualizar que Monsalve bajo la gravedad del juramento reconoció que no conoció directamente a Álvaro Uribe y que sólo se topó con él en un evento de campaña política y en la inauguración de una cooperativa.
Surgen dudas
Para el parlamentario, adicionalmente, muchas dudas generan algunos incidentes advertidos en la audiencia; como algunas manifestaciones corporales del Senador Cepeda cuando estaba declarando Deyanira Gómez, que a juicio de quienes presenciaban la audiencia pública a través de las redes sociales, parecía estarle sugiriendo las respuestas; el hecho, de que en diversas ocasiones se haya perdido la Imagen de Deyanira mientras declaraba, como si se hubiera tapado la cámara, sin saber porque razón ó con qué propósito; la particularísima declaración de Monsalve, quien enfocaba su mirada y atención recurrentemente hacia la bancada de la Fiscalia y de las presuntas víctimas y no de la Juez como corresponde.
Estas vicisitudes, dijo Osorio, sumadas a un lugar común de los tres, que denotaba una amnesia selectiva, con la recurrente respuesta de “No Me Acuerdo”, deja mucho que pensar, acerca de si existe un verdadero y real propósito de buscar la verdad y encontrar la justicia; la justicia, que no necesariamente es la que suponen los malquerientes de Uribe Vélez. La credibilidad de dichos testigos hasta el momento, amén de no haber desvirtuado la presunción de inocencia, se encuentra francamente en entredicho.
Por lo demás, no deja de sorprender, que la Fiscalía General de la Nación, haya desestimado la recusación interpuesta contra la Fiscal Delegada del caso, la que actúa en el proceso, cuando por razones, consideraciones y motivos incluso menos comprometedores, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, había aceptado en días anteriores, el impedimento formulado por un Magistrado que había dictado una medida provisional, tutelando los derechos fundamentales de Uribe, y que a la postre fue separado del caso.