“Hay municipios en el sur que están aguantando hambre, que no tienen agua potable, que no tienen salud”: Jahel Quiroga
Según expresó la congresista, la falta de agua potable, hambre y un acceso limitado a servicios de salud son la realidad diaria de estas comunidades, mientras el país avanza en políticas para la paz.
Aunque no hacen parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), estas localidades tienen condiciones tan críticas como las de las zonas priorizadas, pero parecen haber sido relegadas en los planos de inversión social. Líderes de estas regiones, incluyendo comunidades indígenas que viven con hambre y sed, alzan su voz exigiendo atención urgente del gobierno nacional y departamental.
“¿Por qué abandonamos a los municipios que no son PDET si tienen las mismas condiciones de pobreza y olvido? Vayan a Natagaima, Coyaima y Ortega. Vean a los indígenas, a las familias que viven sin agua, sin comida y sin esperanza. ¿Dónde están los recursos para ellos?”, expresó Jahel Quiroga, senadora de la República.
La situación ha encendido el debate sobre el papel de la bancada tolimense en el Congreso, acusada de frenar las reformas sociales impulsadas por el Gobierno Nacional. Estas reformas, según el discurso oficial, buscan cerrar brechas históricas en temas como salud, pensiones y justicia social. Sin embargo, los esfuerzos parecen chocar con una resistencia política que dificulta los avances en las regiones más vulnerables.
Inversión como camino a la paz
El Gobierno Nacional ha reiterado que la paz no se construye con represión, sino con inversión social, diálogo y oportunidades. "No creemos en la represión como solución, pero eso no significa que la fuerza pública no debe garantizar la seguridad de la población civil. Estamos trabajando por una paz dialogada, pero necesitamos que la inversión llegue a todos los rincones del Tolima", aseguró.
Mientras tanto, la Asamblea Departamental del Tolima, bajo el liderazgo de su presidente, ha llamado a unir esfuerzos con el Gobierno Nacional para priorizar los municipios olvidados. "El cambio no puede quedarse en el discurso. Es hora de que todos trabajemos juntos para llevar soluciones reales a estas comunidades. No podemos permitir que estas voces sigan siendo ignoradas", afirmó.
El clamor de los municipios
Los habitantes de Natagaima, Coyaima y Ortega no solo piden atención; exigen acciones concretas. Mesas de trabajo, proyectos de infraestructura básica y un verdadero compromiso político son algunas de las soluciones que esperan. Mientras tanto, el tiempo corre en contra de estas comunidades que siguen viviendo en condiciones indignas.