El Espinal, conocido como la tierra ‘pelachiva’, enfrenta una difícil situación de inseguridad que mantiene a sus habitantes en estado de angustia e incertidumbre. A pesar de los esfuerzos y llamados desde la Gobernación del Tolima y la Asamblea Departamental, el panorama continúa siendo sombrío, con cifras que evidencian el aumento de delitos y una gestión local cuestionada.

En el municipio, más de 100 cámaras de vigilancia instaladas deberían ser una herramienta clave para combatir el crimen, pero más de la mitad están inoperativas. La situación es similar con los 31 kits de alarmas comunitarias, de los cuales solo uno está funcionando. Además, los compromisos adquiridos durante la campaña electoral, como la reactivación de los cuatro CAI (Centros de Atención Inmediata), no se han materializado, dejando a la ciudadanía sin puntos de apoyo en momentos críticos.

La gobernadora del Tolima, conocida por su liderazgo firme y su carácter decidido, ha impulsado proyectos claves como el Comando Departamental Operativo de la Policía, cuya construcción incluiría una inversión de 30 mil millones de pesos provenientes del Sistema General de Regalías. Sin embargo, los retrasos en la entrega del lote necesario para iniciar el proceso han generado frustración. Desde enero, la Gobernación instó al alcalde a gestionar el terreno, pero solo recientemente se logró el trámite ante el Consejo Municipal, luego de meses de inacción.

Líderes locales y ciudadanos han expresado su respaldo a las fuerzas de seguridad y a la Gobernación, pero también han exigido resultados concretos al mandatario local. La falta de cumplimiento de las promesas de campaña y la evidente demora en los procesos administrativos generan un ambiente de descontento.

“La seguridad no puede esperar. Necesitamos acciones inmediatas, no solo percepciones o estadísticas. Queremos resultados reales que devuelvan la tranquilidad a nuestras calles”, señaló Esteban Duarte, diputado del Tolima.

El Espinal, que alguna vez fue un remanso de paz, ahora enfrenta el desafío de recuperar la confianza de sus habitantes y garantizar un entorno seguro. Es por eso que el asambleísta insta a las autoridades municipales a rodearse de expertos en seguridad y actuar con celeridad para resolver esta problemática.