El cruel asesinato de Génesis Rúa de tan solo 9 años en Fundación Magdalena movió las fibras de los colombianos quienes recordaron el triste final que tuvo Yuliana Samboní, la tortura que padeció Sarita Salazar a manos de sus padrinos o el caso de la bebé Sharic Nicol Hernández, quien según la autoridades murió luego de ser sumergida en agua hirviendo.

Los crímenes contra los niños en Colombia son tan inauditos que la ciudadanía reclama castigos ejemplares en contra de sus victimarios, incluso desde varios sectores se ha promovido la cadena perpetua, la pena de muerte o la castración química para los violadores.

 “Yo creo que ha llegado el momento de poner en debate público si este país debe de tener o no la cadena perpetua para violadores y asesinos de menores. Yo estoy a favor de que Colombia tenga esta sanción”, declaró el presidente Iván Duque la semana anterior.

Sin embargo aplicar este tipo de sanciones en el país tiene sus peros, el abogado Mauricio Gómez explicó que desde el ámbito legal en Colombia está prohibida constitucionalmente la pena de muerte, los tratos crueles y también la cadena perpetua.

“Colombia, en el artículo 1 de la Constitución, está fundamentada en el principio de la dignidad humana, el articulo 12 aborda los tratos crueles o degradantes, el 21 sobre la dignidad y la libertad de las personas y el articulo 34 habla sobre la prohibición de la prisión perpetua, por tanto para instaurar alguna de estas medidas se debe entrar a cambiar la Constitución”.

El abogado además explicó que existen acuerdos y convenios internacionales entre ellos el Bloque de Constitucional que directamente tienen el mismo orden jerárquico por lo cual la Convención Internacional de Derechos Humanos impide que el país pueda desconocer principios como el de la dignidad humana.

“En Colombia tenemos penas muy grandes, en el caso de Yuliana Samboni, por ejemplo, al victimario le impusieron una pena de 60 años y si tenemos en cuenta que los sujetos que cometen estas conductas van de los 20 a los 30 años, se podría decir que esta condena ya representa una cadena perpetua para ellos”.

El abogado comentó que muchas iniciativas de este tipo han pasado por el Congreso pero se cayó en la Corte Constitucional.

Además indicó que penas como la castración química no tienen fundamento porque no le reducen la libido a los pedófilos ni los curan de su trastorno por lo que rayaría más en la tortura que en la medida correctiva.

“Para el presidente electo parece resultar más esta idea populista de cadenas perpetuas a generar estrategias de prevención porque representa a corto plazo un gran costo al erario público y avivar el populismo a través de estos anuncios resulta mucho más barato”.