‘Cumpliré mi promesa de no ser un aguijón en la nuca de mi sucesor’
Con “mucha emoción y con una profunda gratitud en el corazón” se dirigió este lunes el presidente Juan Manuel Santos al país en su última alocución como Jefe de Estado, “por haber tenido el privilegio, el honor y la responsabilidad de dirigir los destinos del país durante los últimos ocho años”.
El Presidente saliente dijo que no es momento para balances, pues estos ya se han hecho en los últimos días. “Hoy quiero hablarles desde el fondo de mi alma”, aseguró.
“Colombia no puede resignarse a sufrir una guerra sin fin, como si fuéramos un país condenado a la violencia”. Esa frase, que según el Presidente se la dijo su conciencia, lo llevó a escoger “el mandato de su voz interior, de su conciencia, que le dicta qué es lo correcto”.
Dijo que intentó parar la guerra con “el apoyo y la generosidad de la mayoría de los colombianos”, especialmente de las víctimas de la violencia, sus “mayores maestras”.
El mandatario aseguró que en el último año y medio, el país ha avanzado en la implementación de los acuerdos de paz más que en cualquier proceso similar en el mundo. “Falta mucho, por supuesto. Ninguna paz es perfecta, ni fácil de consolidar, y menos en nuestro país, afectado por tantas formas de violencia”, agregó Santos.
Por eso, dijo también que el mayor dolor con el que deja la Presidencia son los asesinatos de líderes sociales, y que la sociedad colombiana “debe levantarse para protegerlos y para rechazar estos ataques”.
También dijo que falta camino por recorrer en la erradicación de la pobreza y la disminución de las brechas entre ricos y pobres. No obstante, aseguró terminar su gobierno con “serenidad” por haber hecho lo que consideró correcto.
“Hoy la paz queda en las mejores manos posibles: en manos de ustedes, queridos colombianos”, sentenció el mandatario, quien gobernó el país durante los últimos ocho años, desde el 2010.
Además de pedir la defensa de la paz, Santos reiteró su intención de dejar la actividad política y “las veleidades partidistas y electorales”, pero dijo que seguirá trabajando “desde otros ámbitos por las víctimas y por la paz”.
“Creo, sinceramente, que Colombia está hoy mejor que antes. Y que en los tiempos futuros estará mucho mejor, porque la paz, el progreso, la reconciliación, llegaron para quedarse”, aseguró Santos, quien le deseó éxitos a Iván Duque, su sucesor en la Casa de Nariño.
A renglón seguido, dijo que actuará en consecuencia con la forma como quisiera que lo trataran: “Por eso cumpliré, si me permiten, mi promesa de no molestar, de no intervenir, de no ser un aguijón en la nuca de mi sucesor”.
Finalmente, Santos llamó a los colombianos a actuar y pensar “con moderación”, sin dejarse llevar por los extremos “siempre dañinos, siempre polarizantes”.
Y con esta frase se despidió de la primera posición en el Estado colombiano: “Muchas gracias por su confianza. Muchas gracias por su apoyo. Y muchas, muchas gracias, por su paciencia. Buenas noches, y hasta siempre”.
Tomado de El Tiempo (ver nota original)