El Festival Folclórico Colombiano celebró su lanzamiento el pasado 28 de mayo en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, en Bogotá, marcando el inicio de su 50ª edición con un éxito rotundo. La Orquesta Sinfónica Nacional deslumbró al público con una presentación magistral, complementada por el vibrante desfile por la Carrera 7 y las coloridas comparsas de los estudiantes de la Escuela de Formación Artística y Cultural - EFAC. Este evento, organizado por la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima, destacó por su calidad artística y logística impecable. Felicitaciones a los organizadores por su excelente gestión.

Esta edición 50, es un momento crucial para reflexionar sobre el verdadero significado del festival, su propósito y la dirección que queremos darle en el futuro. Debemos preguntarnos si estamos satisfechos con las versiones anteriores y aprovechar esta ocasión para reevaluarnos y mejorar. Hay muchas lecciones aprendidas que nos llaman a la acción. Es el momento de crear una Corporación Mixta Sin Ánimo de Lucro que pueda coordinar y gestionar el festival de manera eficiente y transparente. Esta corporación debe facilitar la colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y el sector privado, promoviendo una gestión integral y sostenible.

La financiación del festival debe ser abordada con una visión de sostenibilidad, involucrando al gobierno local, nacional y al sector privado para asegurar los recursos necesarios. Esto incluye la captación de patrocinios y el acceso a fondos internacionales destinados a la cultura. El Plan Especial de Salvaguarda (PES), liderado por la Gobernación del Tolima, es una solución estratégica para proteger la herencia cultural del festival.

Es crucial que la organización del Festival Folclórico Colombiano sea un proceso continuo. La planificación para la siguiente edición debe comenzar tan pronto como concluya la actual, permitiendo una preparación detallada y la coordinación eficaz entre los distintos actores. Esta anticipación no solo garantiza una ejecución fluida, sino que también amplía el alcance y potencial del festival, asegurando su éxito y sostenibilidad a largo plazo.

Además, es fundamental lanzar una campaña de cultura ciudadana que sea transversal al festival, incorporando temas de identidad y sentido de pertenencia. Para lograrlo, es esencial educar a la comunidad sobre la historia y el significado del festival. Lo que no se conoce, no se cuida, y conocer más sobre nuestro festival es el primer paso para valorarlo y preservarlo.

La versión No.50 del Festival Folclórico Colombiano es una oportunidad para establecer un precedente en la gestión cultural, alineado con prácticas sostenibles y centrado en la cultura y el bienestar de la comunidad. Con voluntad política y cooperación entre sectores, el festival puede superar sus desafíos actuales y posicionarse como un evento de referencia a nivel nacional e internacional.