Parece que hoy la agenda de la ciudad se enfoca en otros aspectos como el agua, la seguridad, la movilidad o el estado de las vías. Esta es una gravísima situación pues parece que se ha vuelto costumbre vivir en medio del desempleo, el subdesarrollo y la pobreza. A pesar de que se anuncian algunas contadas inversiones privadas, no existe un conjunto de estrategias, políticas y acciones articuladoras que dinamicen el desarrollo de las vocaciones económicas, ni una estrategia para la estructuración de proyectos que permitan asertivamente, la llegada y desarrollo de inversiones en el territorio. Esta cadena virtuosa, de no saberla dibujar y aplicar correctamente, se convierte en un círculo vicioso en el que gravitamos y que hoy tanto nos afecta.

El problema del desarrollo económico y el empleo no se reduce a un solo problema; es un conjunto de problemas, en su mayoría estructurales, los que han impedido desde hace más de 20 años un crecimiento organizado y sostenible de la ciudad.
Problema 1: La deficiente composición y estructura del tejido empresarial para la generación de empleo en el municipio de Ibagué es alarmante. El pequeño tejido empresarial de la ciudad no es capaz de absorber mano de obra de calidad. Solo 27 grandes empresas, 113 medianas, 595 pequeñas y poco más de 23 mil microempresas (datos de CCI 2022) dejan entrever que mientras no exista un tejido empresarial más robusto, jamás se podrán ofrecer nuevas fuentes de empleo, especialmente empleo de calidad.

Problema 2: Los deficientes lineamientos de ordenamiento territorial para el desarrollo de equipamientos e infraestructuras productivas para los sectores económicos generadores de empleo en el municipio de Ibagué son un obstáculo importante. Mientras el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) no ordene el territorio desde una visión económica que permita el desarrollo de las vocaciones productivas, jamás se tendrán zonas adecuadas para el asentamiento, desarrollo y crecimiento de nuevas empresas. Las empresas de salud, comercio, gastronomía y servicios se han visto obligadas a ubicarse en barrios como Cádiz, La Macarena, El Limonar y ahora Piedra Pintada, lo que demuestra que la planeación de la ciudad ha fallado. Hoy, la administración tiene el gran reto de redibujar un POT que permita la atracción de inversión y el crecimiento de la ciudad.

Problema 3: La deficiente articulación educativa y formación pertinente para el trabajo y el desarrollo humano en el municipio de Ibagué es una de las principales causas del desempleo. Las grandes falencias del tradicional sistema educativo que se enfoca única y exclusivamente en el alcance de resultados institucionales enmarcados en las Pruebas Saber, no garantizan la construcción de un proyecto de vida para los estudiantes que saldrán a enfrentarse a una difícil realidad. La desorientada articulación educativa que no permite procesos de doble titulación en programas enfocados en formación para el trabajo y el desarrollo humano ha generado una enorme brecha que impide la continuación de los ciclos formativos generando un círculo vicioso que se traduce en un recurrente desempleo estructural. El desempleo juvenil impera en Ibagué con más de 35 mil “NINIS” jóvenes que ni estudian ni trabajan, esperando a la deriva un proyecto de vida, ya sea en la legalidad o en la ilegalidad.

Problema 4: La baja articulación interinstitucional entre el Estado, la empresa, la academia y la sociedad para el desarrollo económico, productivo y competitivo en los sectores comercial, servicios, turismo, industrial y/o agroindustrial en el municipio de Ibagué ha impedido el desarrollo y crecimiento de encadenamientos productivos o clústeres. Por primera vez en la historia de Ibagué vemos a los gremios y la academia articulados con los gobiernos departamental y municipal aportando a la construcción de planes de desarrollo, políticas y estrategias para el desarrollo económico lo que muestra una verdadera alternativa de solución.

Problema 5 – Sector Turismo: La incipiente oferta, promoción e infraestructura para el desarrollo de turismo de ocio, naturaleza, vacacional, de eventos ferias y convenciones en el municipio de Ibagué ha venido afectando el crecimiento del sector. Aunque por mucho tiempo no se trazó un plan estratégico con su respectiva ruta de implementación lo que habría permitido desarrollar la vocación que hoy haría de Ibagué un verdadero destino turístico en las tipologías ya establecidas (ocio, naturaleza, vacacional, ferias eventos y convenciones, deporte, salud y bienestar, entre otras), hoy se cuenta con un producto turístico, planes, políticas, articulación y mayor gobernanza entre los actores del sector.

A partir de esta explicación, pretendo que se abran discusiones más técnicas y argumentadas para llegar a nuevos y mejores diagnósticos. Ese cuentico de que estamos sobrediagnosticados es falso; los diagnósticos son cambiantes conforme se comporta la economía mundial y nacional, las tendencias y coyunturas políticas, sociales o económicas.

Necesitamos repensar a Ibagué, no existe una visión de ciudad y la requerimos con urgencia. Pasamos 20 años hablando de unas vocaciones económicas que nunca se materializaron por no ser concretadas en proyectos. Debemos encaminarnos en una estrategia común que nos permita apuntar en la misma dirección y poner el desarrollo económico y el empleo como principales puntos en la agenda de ciudad.