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Mi propia consulta

El Gobierno prepara una consulta exprés con preguntas diseñadas para obtener un "sí" masivo, mientras la oposición enfrenta una difícil encrucijada.
Imagen
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Crédito
Ecos del Combeima
Profile picture for user Álvaro Montoya
25 Mar 2025 - 15:26 COT por Álvaro Montoya

Nadie escapa del desafío gubernativo que tiene hoy Colombia, y ello implica resolver la encrucijada política a la que llegamos en esta lucha por el poder en medio de unas pésimas relaciones interinstitucionales. Armonía democrática hecha pedazos como preámbulo de una abierta confrontación entre los poderes públicos de nuestro país.

Estaremos convocados para resolver asuntos menores a través de una consulta popular y exprés, que sin duda entregará un ¨As bajo la manga¨ al continuismo para hacerse a las próximas elecciones. Este Gobierno sabe que en la consulta se jugará los restos, y que en ella, solo deberá consignar preguntas con un fácil sí como respuesta; será de aquellas que cualquiera contestaría positivamente, en especial por quienes gozan de un empleo, así sea temporal. Preguntas bien hechas donde empleados como empleadores podrían verlas como sensatas e innegables, sin sospechar siquiera que bajo la manga se trae la necesidad de refrendar el apoyo popular con miras a mantener ese codiciado poder gubernamental.

En esta convocatoria, los partidos políticos de oposición como independientes están en la inmunda, pues si le hacen el juego al gobierno nacional acudiendo a las urnas y apoyando el NO, Petro con esas preguntas estratégicamente formuladas, literalmente barrería y quedaría listo para poner el nuevo presidente; caso contrario, si los partidos no acuden al llamado y promueven la abstención, el país también podría verlos como anti populares y temerosos de consultar al pueblo. Por eso es que el expresidente Uribe advertía de las capacidades y alcances del doctor Petro candidato, ahora presidente.

Pensar que el gobierno se estaría pegándo un tiro en el pie si no logra los 13.6 millones de sufragantes necesarios para hacerla vinculante, es algo impreciso, pues acudiendo solamente los 11 millones que los eligieron e incluso menos, se darían por bien servidos sin importar el triunfo del SÍ sobre el NO, pues solo necesitan agitar masas y dejar constancia histórica que se trató pero no se pudo, o no los dejaron. Con aquello de la causa-efecto, volverían a las calles o darían paso al nuevo estallido social del que se habla en los discursos de plaza pública.

Petro nunca perderá, él pretenderá inmolarse políticamente por su propio pueblo. El resultado de la consulta popular es lo de menos, lo que importa ahora es abrir el debate electoral atrayendo el mayor número de sufragantes en plena campaña electoral para refrendar el apoyo popular con miras a mantener el poder gubernamental en 2026.

Mi propia consulta arranca sin querer queriendo, cuando el empleado domiciliario dice sin haberle preguntado, que ya conoce las preguntas que contendría la consulta popular y de lo absurdo que la gente no esté de acuerdo con el pago de las horas extras y dominicales; pero al tiempo y en el mismo lugar, el jardinero que trabaja por cuenta propia, de inmediato lo confrontó enfatizando la gracia de tener un empleo fijo, y agrega que otra cosa muy diferente es trabajar por cuenta propia y más horas de las indicadas como lo hace él durante los siete días de la semana, sin extras ni dominicales, donde escasamente logra obtener ingresos para sobrevivir; dice además y con mucho conocimiento, que así también lo hacen millones y millones de colombianos y colombianas, a quienes la tal consulta no les interesa ni cinco. Concluye esa pequeña muestra, y mi propia consulta.

Que bueno sería tener las condiciones socioeconómicas apropiadas y poder legislar para aquellos que hacen patria trabajando de manera independiente y por cuenta propia, los mismos que dice el jardinero no les importa ni cinco la tal consulta; demócratas que aman la propiedad privada y defienden la democracia, sin esperar nada más que la oportunidad para seguirlo haciendo. Es la famosa economía popular que sumados todos, sí superarían los 13 millones que necesita este gobierno para validar su consulta popular y que bien había podido ser la gran apuesta gubernamental, pero que afortunada o desafortunadamente, no lo fue.

Consulta popular que podría catapultar los propósitos electorales de este gobierno para 2026, o muy por el contario fracasar en el intento si no logra motivar al pueblo y llevarlo a las urnas para validar su estrategia político electoral.