Se busca presidente
Ya es el momento de hacer cábalas sobre quien podría quedarse con el puesto en la Casa de Nariño, ahora que ha iniciado el 2025 como último año corrido de este periodo presidencial y cuando hoy en el partidor ya se ubican fuertes y experimentados precandidatos; entonces no queda más que calcular e interpretar toda clase de indicios para hacerlo y entenderlo.
Siendo la seguridad determinante para el avance económico y social de este país, seguro no será la Paz Total el tema principal para incentivar al electorado, aunque sí el caballito de batalla para cabalgar sobre los resultados que en esta materia tenga la actual administración. Será la economía y la esperanza de unas mejores condiciones de vida, lo que movería ese voto presidencial en estas justas de 2026.
El mundo viene moviéndose hacia la derecha y el tema que se impone antes que cualquier otro sigue siendo el económico, pues muchos países que han hecho grandes esfuerzos presupuestales en lo social, ambiental, etc., luego han comprendido que para ello, se requiere de una economía fuerte y sostenible.
La generación de nuevo empleo, la atracción de la inversión, la protección al empresarismo, la eficiencia estatal y especialmente la lucha contra la corrupción, será sin duda el plato fuerte en esta próxima contienda electoral.
Entonces al considerar ese movimiento pendular hacia la centro-derecha y la economía como el factor mas importante para mover al electorado, se tendría que replantear mucho de lo que hasta hoy se ha expuesto frente a quien podría ser el nuevo huésped de la casa presidencial.
Si bien la economía colombiana no está mal calificada, podría estar mejor si el presupuesto nacional se hubiera ejecutado con eficiencia tal como se hizo con el control inflacionario y no se hubiese adentrado en una innecesaria confrontación política que finalmente generó mensajes de inestabilidad y riesgo país. Así que allí habrá argumentos suficientes para un buen debate de las partes y espacio para nuevas propuestas que lleven a transitar por caminos esperanzadores de crecimiento económico por encima del 4, 5 y 6%.
La izquierda del presidente Petro tendría hábilmente que abandonar los extremos y moverse hacia el centro, y de allí desde la centro-izquierda hacerse a un aliado que el país reconozca y le reconozca otras capacidades y otro caudal electoral, si es que pretende dar continuidad a sus políticas progresistas ya evidenciadas a lo largo de todo este periodo gubernativo.
Aquí podrían estar antiguos aliados o simpatizantes que por pura estrategia política se obliguen y se junten, como es el caso de Claudia López y el mismo Roy Barreras que es un ganador nato de elecciones.
Por otro lado, la derecha y centro-derecha quienes perdieron las pasadas elecciones tendrían que hacer lo mismo, hacer todo y hasta lo imposible por sacar un solo candidato a quien el país político le avale sus competencias en lo económico y buenas maneras para manejar con conocimiento, pulcritud y eficiencia el estado colombiano. Aquí en cambio la oposición del gobierno encabezada por el mismo Centro Democrático de Paloma, Cabal y Miguel Uribe, parece reservarse este derecho, pero indudablemente tendría que construir fórmulas para una consulta interpartidista que recoja además de sus acostumbrados aliados, ese anhelado centro político del país representado básicamente en Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán y Vicky Dávila.
Cualquiera que sea la partida en estas próximas elecciones presidenciales y si se quiere ganar en primera vuelta, parece indispensable contar con todo este fortalecido centro político, y asegurar como condición y compromiso de campaña, la prosperidad económica de la nación.