En estos tiempos cuando el país tarda en avanzar hacia la territorialidad y el DANE persiste en que Ibagué después de 474 años tiene solo 544.000 habitantes, es hora de reaccionar hacia su necesaria metropolización, pues la organización espacial que hoy tiene, la intermunicipalidad que mantiene y la dinámica socioeconómica que sostiene, así lo justifica. pues todo fluye cuando se planea bien un territorio, se enfrentan desafíos comunes e integra acertadamente toda su potencialidad.

Esa Ibagué Metropolitana no es un embeleco de quienes la demandan y han luchado por ella, es una mera realidad que diariamente se corrobora con su propia dinámica comercial y de servicios, y al contrastar el movimiento de los 3 peajes que la rodean, eso sin sumar aquellas poblaciones que acceden a ella, sin pagar ese tributo vial.

Esa jerarquía como capital y la evolución de su sistema urbano, como lo llaman los expertos, que ha desarrollado Ibagué en los últimos diez años, permite justificar una Ibagué-Metropolitana, tal como lo han hecho otras ciudades con zonas y dinámicas socioeconómicas muy similares a la nuestra, y que les ha permitido desde allí avanzar en una visión territorial y realizar una planeación conjunta e integral para crecer ordenadamente, aprovechando todas sus fortalezas y oportunidades, como por ejemplo con un atractivo Plan Estratégico Turístico y Comercial para toda esa Área metropolitana de Ibagué, o el famoso Plan de Beneficios Tributarios para atraer empresarios e inversionistas que generen nuevo empleo, al implementarse de manera simultanea y con la misma fuerza, en cualquiera de los municipios que hagan parte de esta atractiva Área metropolitana.  

Como no reconocer que el mismo Índice de Población Total - IPT asociado a estos cambios, denota a Ibagué como un gran centro urbano e interdependiente con los municipios mas cercanos, donde no solo ha significado un mayor crecimiento poblacional, sino que además, ha consolidado todo un proceso urbanístico compartido que los integra como un todo, en una sola dinámica poblacional.

Podríamos referenciar lo que sucede con Gualanday (Coello), Chicoral (Espinal), Doima (Piedras) y Payandé (San Luis), todos ellos corregimientos de municipios diferentes a Ibagué como capital, que sumados al fenómeno de Alvarado y Espinal donde se vienen instalando algunas empresas con su propio personal, y construyendo también como en los demás municipios aledaños, un sin número de vivienda familiar y especialmente vivienda campestre que moviliza no solo a quienes la ocupan, sino a muchas otras personas que las mantienen, como obreros, jardineros, piscineros, vigilantes, enfermeras, etc. y que diariamente interactúan con Ibagué como mayor centro urbano.

Estas características territoriales, más la visión y persistencia de una comprometida clase política regional, es lo que ha permitido la aprobación de nuevas áreas metropolitanas, como el Área metropolitana Centro Sur de Caldas, reconocida oficialmente apenas el año pasado (2023) con tan solo 565.000 habitantes y un total de 4 municipios, o el Área metropolitana de Valledupar reconocida en el año 2005 con 691.000 habitantes; población muy similar a lo que podría sumar hoy esa Ibagué-Metropolitana que necesita ser formalizada para proyectarse ordenadamente y ahí sí crecer integralmente para desarrollarse.

Ahora bien, Colombia viene aplazando esa transformación político administrativa necesaria para la territorialidad, donde son las regiones y subregiones las que responderían a los desafíos de un crecimiento con desarrollo y las dinámicas propias de una economía globalizada.

Un diseño subregional sin duda traerá nuevas perspectivas y apuestas a proyectos de mayor envergadura, pues se escala en las posibilidades y potencialidades que suelen juntarse alrededor de una subregión bien planeada y sincronizada con todas sus ventajas y fortalezas, que para el caso de la Ibagué-Región las tendría todas al entenderse que iría hasta el Municipio de Flandes. Es que ese corredor Ibagué Flandes como Ibagué-Región sería sin duda el verdadero punto geográfico estratégico de todo Colombia, Nodo Nacional que reparte para todo el sur oriente y sur occidente del país, hacia la costa atlántica y sin duda como puerta de entrada y salida del mayor mercado nacional llamado Bogotá. Por ello es que se habla con insistencia para esa Ibagué-Región del Aeropuerto Alterno de Carga y la Gran Central de Abastos de Colombia.

Como entonces no pensar en Ibagué Ciudad-Región para volvemos indispensables como determinantes en el desarrollo de toda esa Infraestructura Logística Especial-ILA que reclama el país, y como no hacerlo organizadamente desde una Ibagué fortalecida como área metropolitana.