En su momento, cuando recién se daba a conocer su designación en ese alto cargo del gobierno nacional, muchas voces de tolimenses, además de expresar alegría por el suceso, se mostraron complacidos por el acierto en la persona que recayó dicho nombramiento.

Existía la seguridad, no había la menor duda, que el abogado Alfredo Bocanegra llegaba a ese cargo a hacer bien la tarea. Su inteligencia, antecedentes y capacidad profesional, así lo indicaban.

Es decir, los tolimenses le brindaban toda la confianza. Tales manifestaciones de regocijo fueron de un nivel de elocuencia desbordados, casi delirantes en algunos y con justa razón, porque más allá de la simpatía que despertaba Alfredo, llegaba por fin después de mucho tiempo de ayuno para el Tolima, la  oportunidad que uno de sus hijos entrara a dirigir los destinos de una portentosa entidad del Estado.

Lastimosa y tristemente Alfredo Bocanegra fue inferior a esa expectativa que se había tejido alrededor de su nombre. Su bochornosa salida de la Aeronáutica Civil, así lo demuestra. Y no se trata de sembrar cizaña, echarle leña al fuego ni menos estigmatizar su nombre. Él y nadie más es el responsable de lo acontecido. Se equivocó de manera flagrante. Lo hechos hablan por sí solos. Más dedicado al folclor y fiestas de pueblo, cabalgatas, muchos sombreros, muchos foros que nada tenían que ver con su responsabilidad en la Aerocivil, mucho áulico a su alrededor evitando dejarle observar el bosque. A propósito esos áulicos sí que le han hecho mucho daño a tanto dirigente en nuestro medio. Los convierten en egocéntricos, arrogantes y prepotentes. 

Los calificativos de politiquero expresados por algunos periodistas del ámbito nacional o haberlo señalado de imprudente por parte del Ministro de Transporte, Germán Cardona, son términos que de soslayo afectan la autoestima de los tolimenses.

 Seguramente muchos de los que nos regocijamos con su nombramiento hoy experimentamos una frustración más, en este caso de un dirigente del cual, para bien, se esperaba mucho. Han sido muchas las frustraciones, ojalá los que vienen se miren bien en esos tantos espejos de los fracasos.

* Ex jefe de redacción de Tolima 7 días