Cuando el reloj marcaba las 2:00 a.m. de hoy miércoles,  la tierra comenzó a abrirse y una gran cantidad de lodo empezó a caer sobre las humildes viviendas del barrio Tocaimita de la localidad de Usme, al sur de Bogotá.

Residentes del sector al escuchar el fuerte estruendo, saltaron de sus improvisadas camas y de la mano de sus pequeños hijos salieron velozmente, para no ser sepultados por el barro que caía intensamente arrasando con sus viviendas.

En medio de la angustia una de las afectadas ingresó a lo que le había quedado de su casa y  en medio de las lágrimas que secaba con un pañuelo arrugado dijo: “Nosotros aquí todavía, sabemos que tenemos que salir, pero que hacemos; tenemos que pasar las camas, la neverita…… El techo se está partiendo”.

El sol con sus tímidos rayos comenzó a aparecer pasadas las 7:00 a.m. y apenas calentaba la humanidad de los damnificados, quienes buscaban al menos un pan para poder desayunar en compañía de sus pequeñas criaturas.

Fueron cincuenta casas destruidas y más de 300 familias que quedaron a la intemperie, sin enseres y sin nada que comer. Una situación bastante critica que se viene presentando en esta zona. 

Los residentes de Tocaimita, les piden a los organismos de ayuda que les tiendan la mano, para poder al menos probar un bocado de comida. Sigue el invierno provocando tragedias en la ciudad.