Paro Nacional: estatua será reinstalada por decreto
Mediante un decreto, se ordenó la reinstalación de una estatua ubicada en una de las grandes ciudades del territorio nacional, la cual fue afectada en los disturbios que se produjeron en el marco del Paro Nacional. Cabe resaltar que, la estatua fue derribada por indígenas Misak, el pasado 28 de abril del año pasado en la capital vallecaucana.
Leonardo Medina, subsecretario de patrimonio, Red de Bibliotecas e Infraestructura Cultural, manifestó que, “este lugar es icónico y patrimonial y como institucionalidad debemos protegerlo. En ese sentido, el señor alcalde ha emitido un decreto donde indica que debe retornar Belalcázar a su lugar de origen”.
A la fecha, la Secretaría de Seguridad y Justicia y otros organismos de la Alcaldía se encuentran realizando reuniones internas para llevar a cabo la restauración del monumento con nuevas medidas de seguridad para la estatua de Sebastián de Belalcázar en la ciudad de Santiago de Cali.
Por otra parte, el decreto afirma que, “se busca fomentar la protección y salvaguardar la memoria, la identidad y las manifestaciones que de manera permanente circulan y construyen el territorio”. Además, se ordenó instalar otro monumento que represente la diversidad étnica, las manifestaciones y expresiones multiculturales del departamento del Valle del Cauca.
La narrativa será construida de la mano con la Academia de Historia, universidades y organizaciones sociales, el cual tendrá a su vez un placa, la cual evidencie las circunstancias positivas y negativas de este personaje para la población. “Deben reconocerse a las víctimas de la época de la conquista hasta la época de la independencia”, añade el documento.
El monumento fue derribado por el Pueblo Misak, el 28 de abril de 2021, en los primeros días del Paro nacional. El Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente (AISO) quien se atribuyó esta acción, señalando que se realizo como parte de un proceso de limpieza histórica contra el “genocidio” de los pueblos indígenas. Los hechos también se produjeron en Bogotá con la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en el centro de la ciudad, que fue derribada por la misma comunidad indígena.