“Lo que se nos viene es muy jodido”: Gustavo Álvarez Gardeazabal
Con su estilo incisivo, satírico y sin tapujos, Gustavo Álvarez Gardeazabal, autor de novelas como Cóndores no Entierran Todos los Días, El Bazar de los Idiotas, El Titiritero, El Divino y muchos libros más, varios de ellos llevados al cine y a la televisión, nos contó detalles de lo que presenta en su nueva obra literaria y a la vez expresó su pensamiento crítico sobre el manejo que se le ha dado a la pandemia en el país.
Desde su finca “El Porce”, ubicada en la vía Tuluá - Roldanilllo, a orillas del río Cauca, Álvarez sigue escribiendo, hablando a través de varias emisoras del país y siendo uno de los columnistas con más credibilidad y capacidad crítica del país por su posición ‘frentera’ y sin miedo que expresa cada que escribe o interviene.
“Recuerdo muy bien el afecto que se me ha brindado en el Tolima y en la casa de Ecos del Combeima, estoy encerrado desde el 18 de marzo en mi finca El Porce, no salgo ni a la portada y no voy a salir hasta que no cese el decreto por medio del cual nos metieron a prisión domiciliaria y espero que así podamos librarnos de este azote que cada vez parece peor”, expresa el maestro Álvarez.
Afirma que sólo recibe la visita de su médico o de algún funcionario para firmar un papel, por ejemplo de la notaría y dice que no ha podido volver a hacer sus tradicionales almuerzos o sus reuniones pero que reúne con muchas personas todos los días a través de Zoom, ha participado en muchos foros, charlas y conferencias y sigue pensando por Colombia porque le gusta.
“Dejé de escribir en el periódico ADN desde noviembre pasado pero a raíz de este encierro, consideré que debería escribir cada día ‘La Crónica de un Enchuspado’, que la replican en varios medios de comunicación ahí hago comentarios sobre lo que a la gente no le cuentan, sobre lo que está pasan do y el que hice ayer, conmovió hasta las lágrimas a muchos, otros se quedaron mudos porque hablé sobre lo que significa la prohibición para despedirnos de los seres queridos apenas entran a las puertas de una clínica y los meten a una Unidad de Cuidados Intensivos, porque no los vuelven a ver, no los pueden acompañar a la hora de la muerte y sus cenizas las entregan quince días después que les avisaron a los familiares que había muerto pero tampoco les dejan ni abrir la cajita de las cenizas, todo eso es muy doloroso pero es una dictadura de los médicos que se han esforzado para tratar de aliviar a quien se enferma pero no han sido capaces de encontrar ni un remedio para parar la enfermedad ni una vacuna para ‘joderla’ del todo”, agregó.
Sobre la dura crisis que están padeciendo los medios de comunicación en las actuales circunstancias y debido a que muchos ya han cerrado o están próximos en medio de esta pandemia, expresó: “El asunto es elemental, como los medios se han sostenido durante muchas décadas por la pauta y mientras un país esté paralizado, la pauta va a desaparecer porque no hay comercialización, hemos apelado a un sinnúmero de emisoras en Internet o páginas blog que se vuelven periódico pero que no tienen ninguna trascendencia, por eso estoy haciendo mi ‘crónica del enchuspado’ y la sostengo con mis rentas y mi trabajo”.
Sobre Los Sordos ya no Hablan
“Allí se cuenta la verdadera historia de Armero antes que ‘mitificaran’ a Omaira, que fue un mito que creó Germán Santamaría porque era necesario que no se le hicieran a Belisario Betancourt dos juicios en solo ocho días, uno por el Palacio de Justicia y otro por Armero, como había sucedido un debate sobre Armero entre el Ministro de Minas, Iván Duque Escobar, padre del actual presidente de Colombia y Hernando Arango Medero, quien fuera el alcalde de Manizales, eso ocasionó que la historia no juzgara a los responsables de Armero, esta nueva edición es para que la gente pueda leer y pueda enterarse de lo que pasó en Armero antes que mitificaran a Omaira”, expresó.
“Quien debía conducirnos por la senda para encontrar la solución, despilfarró su dignidad presidencial volviéndose el director de un magazín de televisión todos los días a la 6 de la tarde, en done no hablan sino cháchara, entonces nadie lo oye, nadie lo obedece, nadie convoca y las soluciones que da, pueden ser buenas y de buena voluntad pero como no tienen consistencia y él no tiene vocería tampoco ha querido entenderlo, el país marcha en un buque lleno de huecos y sin timonel que lo maneje…..Yo siempre he creído que la única forma de rehacer este país es que todos nos pongamos de acuerdo ante la tragedia, como ha sido tan dañina, cuando sucede algo así, entonces se juntan los sobrevivientes para tratar de salir adelante y los debe convocar quien está al mando de la población o quien tenga carácter de dirigente, lamentablemente no tenemos presidente, no existe en los partidos políticos un dirigente que nos convoque, la iglesia perdió todo poder y nos ha quedado a los periodistas la posibilidad de contar pero es más fácil denunciar que contar, estar hurgando que estar dando ideas de cómo salir adelante, entonces vamos al garete, veo un panorama a futuro muy difícil y repito esto de que los sordos ya no hablan, que tomemos de ese ejemplo y oigamos para que no vayamos a quedarnos mudos o vamos a desaparecer, ¡lo que se nos viene, es muy, pero muy jodido¡”, concluyó.
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