El Gobierno nacional y la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, INL de la Embajada de Estados Unidos suscribieron la Carta de Implementación de Proyectos que permite financiar procesos productivos y de industrialización en las cárceles de Colombia. 

El piloto de esta industrialización será, precisamente, la penitenciaría agrícola de Acacías, un establecimiento de reclusión que se creó hace un siglo pensando en un modelo de resocialización a partir de las actividades agropecuarias. 

Este convenio fue firmado por la ministra de Justicia y del Derecho, Ángela María Buitrago; el viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Camilo Umaña; el Director del INL de la Embajada de Estados Unidos, Kevin Murakami; y los directores del INPEC y la USPEC.

“Lo que nos convoca hoy es la necesidad de pensar en los privados de libertad como seres humanos, resocializar y pensar que esas personas van a salir a la sociedad en algún momento. Me alegra mucho ver cómo cada una de las personas encargadas de este centro agrícola ha puesto un granito de arena para estas iniciativas. También agradezco el convenio que vamos a firmar con el INL”, dijo la ministra Ángela Buitrago. 

Por su parte, Kevin Murakami, director de INL, afirmó: “El Gobierno de Estados Unidos está enormemente complacido de apoyar al Gobierno de Colombia en hacer del sistema penitenciario de Colombia un establecimiento digno, pero también en posesionarlo como un actor relevante en el sector productivo del país. Esperamos que este proyecto sea la base para que Colombia implemente una política pública de industrialización en sus prisiones”.

Este convenio es, además, la carta de navegación hacia la garantía de la dignidad humana, la resocialización efectiva, las oportunidades e inclusión social y la recomposición de los lazos sociales afectados por el delito, como quedó establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, de tal forma que las personas privadas de la libertad tracen su propio proyecto de vida y puedan fortalecer destrezas y habilidades para la vida en libertad. Asimismo, es parte de la construcción de la búsqueda de la solución a la crisis humanitaria del sistema penitenciario. 

En la actualidad, este centro penitenciario tiene 791 personas privadas de la libertad y 13 proyectos productivos entre ganadería, porcicultura, piscicultura, taller de confección, panadería y ebanistería, entre otros.