El juez 37 de conocimiento condenó a 21 años y 10 meses de prisión a Jonathan Vega Chávez por su responsabilidad en el ataque con ácido contra Natalia Ponce de León en hechos registrados el 27 de marzo de 2014 en el barrio Batán en el norte de Bogotá. El despacho judicial determinó que el ataque fue planeado puesto que compró la sustancia corrosiva con cinco meses antes de los lamentables hechos.

Durante el juicio, que duró casi un año y medio, se demostró que Vega Chávez acosó durante años a Natalia Ponce, a quien conoció en una fiesta cuando tenía 17 años. Durante años forzó los encuentros en cercanías al lugar donde vivía, siempre buscaba una manera de estar a su lado y de llamar su atención.

Los testigos coincidieron en afirmar que nunca existió una relación cercana entre Natalia y Jonathan, precisando que era evidente el actuar enfermizo que él tenía. “Fue un atentado por motivos pasionales y no por problemas psiquiátricos o mentales (…) Es un verdadero peligro para la sociedad”, precisó la Fiscalía en sus alegatos de conclusión.

El ente investigador señaló que existía una obsesión del procesado. Hecho que lo llevó a planear un ataque contra la joven de 34 años. Esto se desprende del hecho que Vega caminó hasta la casa de Natalia, se presentó con un nombre falso –el de un exnovio de ella- y le pidió que bajara a la portería. 

La espero en un sitio especifico y cuando la sintió se dio media vuelta y le arrojó la sustancia química. Inmediatamente emprendió la huida, acción que quedó en las cámaras de seguridad del sector y las cuales fueron la base para lograr la plena identificación del agresor. 

El despacho judicial aseguró que Vega Chávez deberá pagar su condena en un centro carcelario, rechazando así la petición de la defensa del procesado quien a lo largo del juicio intentó demostrar que su cliente tenía problemas psiquiátricos (esquizofrenia y trastorno bipolar) por lo que debía recibir atención especial.

“Cuando se acerca al lugar es atacada por Vega Chávez quien arroja ácido sulfúrico afectándole el rostro, la zona inferior de los medios superiores e inferiores y la región abdominal”, aseguró el juez de conocimiento al manifestar que cuando efectuó la acción sabía el daño que iba a provocar.

Al final de la diligencia judicial celebrada en el complejo judicial de Paloquemao, Natalia Ponce de León celebró el fallo y manifestó que “se hizo justicia”. “Le agradezco a los jueces y fiscales que estuvieron en este proceso. Seguiré con mi lucha hasta que se acaben los ataques con ácido en el país”.

Tomado de El Espectaodor (ver nota original)