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El 'hombre del Maletín' vive entre una finca incautada a alias ‘el Socio’ y una casa en Chicoral, Tolima

<p>Siguiendo huellas y rastros de uno de los hombres m&aacute;s mencionados y buscados en los &uacute;ltimos d&iacute;as, a ra&iacute;z de su vinculaci&oacute;n en los esc&aacute;ndalos que salpican a la Direcci&oacute;n Nacional de Estupefacientes, encontr&oacute; al &lsquo;Hombre del Malet&iacute;n&rsquo;: Daniel Torres Torres.<br /> &nbsp;</p>
8 Jun 2011 - 7:33 COT por Ecos del Combeima

El llamado "Hombre del Maletín", identificado en diversas declaraciones de funcionarios de la Dirección Nacional de Estupefacientes ante la Corte Suprema de Justicia, es una persona de mediana estatura, de aproximadamente 85 kilos. Vive entre una finca de nombre La Morena, que le habría sido incautada por DNE a Eduardo Restrepo Victoria, alias ‘El Socio’, y una casa en el pequeño corregimiento de Chicoral, perteneciente al municipio de El Espinal, en la región centro del Tolima.

Para ubicar al verdadero Daniel Torres Torres, incluso, tuvimos que acudir a las bases de datos de la Registraduría, lo que arrojó 23 personas con ese nombre en el país, de las cuales, una sola registró su cédula en El Espinal y figura con lugar de residencia en Chicoral, Tolima. Consultamos dos fuentes de este municipio y ambas coincidieron en señalar que esta persona se ha dedicado a la intermediación de bienes de la dirección Nacional de Estupefacientes y políticos de la zona.

Torres Torres, dijo que no quería hablar del tema de la Dirección Nacional de Estupefacientes. Incluso pudimos averiguar que fue precisamente él quien habría facilitado las ubicaciones de depositarios para otros predios de alias ‘El Socio’, como son el recreo y El Horizonte, ambos ubicados en jurisdicción de Picaleña, también en el Tolima.

 
Hoy Daniel Torres Torres negocia con productos agrícolas, especialmente el mango.

Del ‘Hombre del Maletín’ se ha dicho de todo, que ingresaba por el sótano de la DNE, que habría entrado más de 300 veces a ese edificio y que permanecía en la oficina de Jairo Coral, exasesor de Carlos Albornoz.