Algún desalmado lo abandonó como a un perro entre los años 70 y 80 en una calle de Gualanday, allí durante muchos años vivió de la caridad de la policía nacional, luego se desplazó a la capital musical donde fue recibido por un ‘Ángel’ de la familia Tovar radicada en el barrio la Gaviota de esta capital.

El abuelo, que estaba en un avanzado estado de desnutrición, agonizó hasta morir en una calle de su barrio en la calle primera  2-45 frente a la casa de la familia González, al parecer de una afección respiratoria.

Doña Doris Tovar, recibió al abuelo hace unos 15 años, lo bañaba, le tenía sus alimentos, su cama, todo lo necesario, pero él un hombre de calle salía a recorrer el mundo y regresaba a cualquier momento.

Doris, llena de amor en su corazón, mediante un extra juicio lo reconoció como hijo pese a que ella era 20 años menor, lo quiso bautizar pero el párroco del sector se negó, lo mismo ocurrió al momento de solicitar la cedula de ciudadanía, afiliación al Sisbén o cualquier documento que como Colombiano tenía derecho, el mundo estaba en contra de este abuelo.

Este abuelo era conocido como Andrés José Tovar, nombre dado mediante el extra juicio, de su familia no se tiene ningún dato, el hombre era analfabeta, además jamás se pudo dar a entender porque era sordomudo, pero  pese a su limitación física  se hacía querer donde llegaba.

Hoy, Andrés José Tovar, descansa en la paz del señor y desde el cielo cuidará a su benefactora que por la situación económica se vio obligada a irse para otro barrio y su hijo de adopción no la quiso acompañar.

Andrés José Tovar, es velado a esta hora en la verde esperanza gracias a que Doris le pagó el servicio funerario desde hace varios años.

Vecinos del sector llamaron a la Policía Nacional y no respondieron el llamado de la angustiada comunidad, el Coronel Armando Rincón, Comandante Operativo del Tolima se enteró de la situación por Eco Noticias y de inmediato dispuso de los uniformados para que atendieran el caso.