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Holocausto del Palacio de Justicia, un error histórico que pagaron centenares de inocentes

Hoy hace treinta años un comando guerrillero inició un capitulo oscuro en la historia colombiana tras tomarse el primer piso del Palacio de Justicia y combatir durante 27 horas contra Ejercito Nacional, dejando cerca de 100 muertos y un número indefinido de desaparecidos.
6 Nov 2015 - 10:41 COT por Ecos del Combeima

A las 11:00 de la mañana del 6 de noviembre de 1985 se inició la operación Antonio Nariño por parte de un grupo de guerrilleros del M19, con la toma del primer piso del Palacio de Justicia.

Los primeros enfrentamientos estallaron a las 11:35 minutos de la mañana cuando un comando de la misma guerrilla irrumpe en camiones, abriendo las puertas del sótano y también abriendo uno de los capítulos más difíciles de la larga historia de violencia en el país.

Pocos minutos después del ingreso de 28 guerrilleros, el periodista Álvaro Almanza entregaba las primeras informaciones en medio de disparos: "momentos dramáticos se viven a esta hora en el palacio de justicia en donde se ha desatado una violenta balacera en lo que parece ser una incursión por parte de un grupo guerrillero".

Alfonso Plazas Vega quien comando en su momento la operación afirmó durante la toma que “vamos a mantener la democracia, ellos no van a asustarnos ni atentar contra ninguna de las ramas del poder público, el ejército está en condiciones de mantener todas las ramas del poder público funcionando… si a mí me disparan yo contesto el fuego, entre con mis carros y me recibieron a fuego y disparé”. 

A las 12:00 del día los más importantes juristas del país ya eran rehenes. La ley había sido secuestrada y el centro de Bogotá fue aislado.

“Estamos con varios magistrados y personal sub alterno es indispensable que se suspenda el fuego inmediatamente, que el presidente de la república de la orden del cese al fuego” fueron las angustiosas palabras de Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema, desde el Palacio de Justicia.  

A las 2:50 de la tarde la Plaza de Bolívar parecía una zona de guerra, ocurría algo extraordinariamente violento: tres tanques intentaban retomar el control de los primeros pisos, policías caían al techo desde un helicóptero, se registraron las primeras llamas y las ametralladoras ahogaban las voces de los periodistas.

En la noche el fuego se había extendido por el edificio y el coronel Alfonso Plazas Vega hablaba de la misión que se le había encomendado.

El holocausto estaba hecho a las 2:00 de la mañana y otra vez se estremecía Bogotá por las balas.

A las 2:00 de la tarde del 7 de noviembre de 1985 se anunció el fin de la toma, en su momento así lo recordó el magistrado sobreviviente Enrique Low Murtra.

(El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía pidió que cesara el fuego porque de no hacerlo todos iban a morir)

Un sobreviviente de la época fue el magistrado Humberto Murcia, quién aún recuerda esos dolorosos momentos y comentó luego de salir del Palacio que hizo un llamado al Gobierno pero no obtuvo respuesta “soy Humberto Murcia, magistrado de la Corte Suprema nos tienen amenazados, los subversivos nos han anunciado que nos van a matar uno por uno, pedimos que envíen un comisario y dialoguen, no nos dejen disparar no más disparos pero abajo solo decían salgan con las manos en alto”. “Lo único que sé fue que el Gobierno nos tuvo abandonados”, manifestó Emilio Urrea otro de los sobrevivientes del holocausto.  

El magistrado de la época Enrique Low declaró días después de la toma “yo no entiendo porque se suspendió la vigilancia especial que se le había puesto al Palacio de Justicia, pero de un momento a otro cesó y el cuerpo militar desapareció, dejándonos a la merced de estos terribles hechos”

Tras el violento ataque, el presidente de entonces, Belisario Betancur, se pronunció a través de todos los medios de comunicación. 

El saldo, un centenar de colombianos muertos y varios desaparecidos de los cuales aún 30 años después sus familias desconocen el paradero de sus restos. Por este hecho el expresidente conservador Belisario Betancur dijo que le pide perdón a Colombia si llegó a cometer algún error durante la retoma del Palacio de Justicia, ocasionada luego de la toma a sangre y fuego por parte del M-19 en noviembre de 1985.

(Documental 'El Palacio de Justicia' por History Channel)

Betancur, quien era el jefe de estado para la época de los hechos aseguró que se cumplen 30 años de los violentos sucesos y que sus actuaciones no obedecieron a nada distinto que al deseo de lograr la paz.

Las fuerzas militares y la policía habrían sabido de las intenciones del M19 de tomarse el Palacio de Justicia en 1985 y aun así disminuyeron el pie de fuerza según los testigos, por lo cual ya se abrió una investigación sobre esa supuesta negligencia, explica el actual fiscal general de la nación, Eduardo Montealegre.

Así como la llamada operación ratonera la Fiscalía adelanta seis líneas de investigación y llamara a tres ministros de la época entre ellos la ministra de Comunicaciones, Noemi Sanin, el ministro de Justicia Enrique Parejo y el ministro de Gobierno Jaime Castro.

Hoy crece el debate entre los fiscales quienes analizaban si la retoma fue un hecho de crimen de guerra. 

Testimonio de los hijos de las víctimas desaparecidas 

* “En el año 89 Ricardo Games  Nosuera quien perteneció al ejercito sufrió de cargo de conciencia y entregó un testimonio en el cual narra como Luis Alfonso Plazas Vega mandó a torturar a mi papá”. 

*“El ejército tomó a un grupo de personas a los cuales querían interrogar pero se extralimitaron y terminaron torturándolos, luego los fueron desapareciendo para eliminar le evidencia”. 

* “La toma del Palacio es responsabilidad del M19 pero la retoma fue un uso desmedido de la fuerza de parte del Ejercito y un mar de irregularidades como las desapariciones y esa cadena de mando le ha ocultado la verdad a Colombia por más de 30 años”.

* “ Mi mamá en la cafetería del Palacio encontró la cartera de Norma, cuando estuvo en el Cantón Norte ella le mostró la foto de ella al coronel Sánchez y el reaccionó de forma sospechosa” 

* “Mi señora aquí trajeron a los del Palacio de Justicia y los tienen hacia el lado de allá, pero no me vaya  a hacer quedar mal porque sí no a mí me matan”. 

* “Un análisis jurídico muy serio de la situación tuvo muy claro que los empleados de la cafetería donde estaba mi hermano habían sido necesariamente detenidos y desaparecidos por los militares, el Palacio de Justicia era una estructura muy cerrada que solo tenía dos accesos controlados completamente por la fuerza pública desde pocos minutos después de la toma”.