El bebé de la señora Ramírez nació de forma prematura cuando ella llevaba apenas 7 meses de gestación, estuvo en incubadora y pasó algún tiempo en plan canguro hasta que logró terminar su desarrollo y sus padres pudieron llevarlo a casa. 

Desde que llegó a su hogar el bebé estuvo muy sano y nunca presentó ningún síntoma de enfermedad, el día 28 de agosto la señora Ramírez recibió una llamada por parte de la EPS en que le recordaban que debí llevar a vacunar al bebé, la señora acudió y cuando su niño rompió en llanto le indicó a la enfermera que lo estaba inyectando que tuviera cuidado que su niño era frágil por ser prematuro. 

“Ella me dijo en ese momento perdón no sabía, entonces le pregunté ¿Acaso no leyó la historia clínica de mi niño? Ella se limitó a decir que no la había leído, me lleve al bebé a la casa y le di los cuidados normales aplicándole hielo pero él seguía llorando mucho, por la tarde lo llevé a optometría y el médico me dijo que ya tenía sus ojos maduros como un niño normal, pase donde la jefe y ella me recomendó que no le diera acetaminofén si le daba fiebre sino que lo llevará a urgencias y me felicitó porque estaba muy bien.

Por la noche lo bañe con agua tibia y lo notaba muy maluco pero pensaba que era normal por el efecto de las vacunas, lo acosté y como a la 1 de la mañana me levante a revisarlo y lo voltee boca arriba para que descansará de su posición, me volví a levantar a eso de las 3 de la mañana y al revisarlo vi que estaba muy frio y tenía un poco de sangre en la nariz,  mi esposo lo tomó y arrancó a correr con mi niño para el puesto de salud donde lo vacunaron allí lo revisaron y nos informaron que mi niño no tenía signos vitales”. 

Los hechos se presentaron en Bogotá en el barrio Manuela Beltrán, en el puesto de salud CAMI del mismo lugar, según la madre interpuso la denuncia ante el CTI y ellos le recomendaron no hacer reclamos en este lugar mientras hacían la investigación. 

Además puntualizó que en los últimos días han escuchado que van a quitar este punto de salud y además se encuentran a la espera que les hagan entrega del cuerpo de su bebé para poder darle una adecuada sepultura.

Los padres de este pequeño niño claman que la justicia colombiana actué con diligencia y esta dolorosa muerte no quede en la impunidad dado que ellos tienen la certeza que su bebé murió por una complicación relacionada con las vacunas que le pusieron en este lugar. 

“Quiero que el caso no quedé impune, nada me va devolver la vida de mi bebe pero quiero que Colombia conozca mi caso y estén alertas para que a ninguna otra familia tenga que pasar por lo mismo que estamos pasando, estamos destrozados es un vacío muy grande, un dolor enorme, la enfermera que le hizo el daño a mi bebe se llama LINA SALINAS, nunca nos quiso dar la cara apenas nos veía se nos escondía”.