La situación tuvo lugar en Puerto Boyacá, el hombre se sentó a tomar el domingo 19 de marzo con unos amigos y se fue de largo hasta el lunes 20, que era festivo, había peleado con su esposa y estaba desilusionado.

Los amigos no le aguantaron el ritmo de la bebeta y lo dejaron solo, el hombre siguió tomando y se sentó en el parque principal, ya en las horas de la madrugada, estando sentado en una de las casetas ‘amanecederos’, lo abordó una mujer y le pidió que le invitara una cerveza, el vio la oportunidad para tener una aventura fugaz, la mujer le pidió 50 mil por un rato y él le ofreció 200 mil por la noche completa, se metieron a una residencia y el martes al medio día lo despertaron para que desalojara la habitación del hotel, ya la mujer se había ido.

El hombre se fue a su casa y durmió hasta las 10 de la noche, lo despertó un malestar corporal que no era el guayabo, sintió deseos de orinar y cuando se tocó el pene se dio cuenta que le dolía y percibió un terrible olor.

Se bañó con mucho cuidado, y se acostó.

Se despertó el miércoles pasadas la 9 de la mañana, en el ambiente había un olor putrefacto, el dolor en su miembro era insoportable, cuando se lo revisó se dio cuenta que estaba invadido por unos pequeños gusanitos blancos.

Lleno de terror el hombre no quiso ir a urgencias por el temor a ser señalado, Puerto Boyacá es un pueblo pequeño.

El hombre se fue a una farmacia donde lo inyectaron y le mandaron algunos tópicos, pero eso no le hizo nada, hoy se encuentra en Medellín buscado ayuda pero en el correo que envió al Diario EXTRA, dijo, “se me está cayendo el pene”.

La intención del hombre al comunicar este caso es dejar un mensaje a sus coterráneos, para que se cuiden, para que miren con quién se meten y si piensan meterse con alguna mujer desconocida para que por lo menos se cuiden.

Tomado de el diaro EXTRA de la Dorada