La dueña de un bar en el barrio Villa Ricaurte, quien es parte de la comunidad LGBTQ, ha expresado su preocupación por la forma en que las autoridades parecen enfocar su atención en su establecimiento y en las personas que frecuentan el lugar. Ella denuncia que, a pesar de cumplir con todas las regulaciones y permisos requeridos, ha sido objeto de revisión y control excesivo, incluso en momentos en los que no hay incidentes reportados en el lugar.

Además de la constante presencia policial en su establecimiento, también ha compartido que durante una revisión, se le impuso una multa por no presentar físicamente su cédula de identidad, a pesar de haber proporcionado la información digitalmente. Esta situación, según ella, es solo un ejemplo de cómo las autoridades parecen estar aplicando un escrutinio más riguroso a su negocio y a las personas que lo visitan.

La mujer tránsgenero perteneciente a la comunidad LGBTQ, exige un trato justo y equitativo por parte de las autoridades, así como una respuesta efectiva a los problemas de seguridad que afectan a la "Bombonera". Las denuncias de hostigamiento generan preocupación no solo por la seguridad de quienes frecuentan el barrio Ricaurte, sino también por el respeto a los derechos fundamentales de igualdad y no discriminación.

Los representantes de esta comunidad hacen un llamado a las autoridades para que se aborden estas denuncias de hostigamiento y se garantice un ambiente seguro y respetuoso para todos los residentes y negocios en la zona. Asimismo, resaltan la importancia de no descuidar la seguridad en la "Bombonera" y de implementar medidas concretas para abordar los problemas de violencia y conflicto que han sido reportados.