Un verdadero drama de angustia vivió un patrullero de la Policía en el momento cuando un grupo de desadaptados cubriendo con pasamontañas y pañoletas sus rostros, salieron a la carrera 30 con calle 45 frente a la Universidad Nacional al oriente de Bogotá, a protestar y a impedir el paso de los vehículos sentido norte - sur.

Los encapuchados con piedras en mano comenzaron a amenazar a conductores para que detuvieran la marcha y formar el caos.

Pero la historia se centró en la angustia que vivió un uniformado de la policía que pasaba por el sector realizando una rutina de seguridad y quien al observar al grupo de manifestantes obstruyendo la vía, se detuvo, descendió de la moto y se les acercó lentamente a los sujetos como se observa en un video, con el fin de pedirles que se calmaran y despejaran la vía.

Los desadaptados al observar al servidor de la patria le hicieron una encerrona y comenzaron a ultrajarlo. 

Luego comenzaron a golpearlo y despojarlo de algunas pertenencias entre ellas la de su chaqueta de dotación. 

Los individuos no contentos con el ataque al patrullero, le tumbaron la moto, consiguieron unos maderos, los colocaron sobre el vehículo, les rociaron gasolina y comenzaron a incinerar la motocicleta. 

De nuevo el señor patrullero se dirigió a ellos pidiéndoles que no le fueran a quemar la moto, pero hicieron caso omiso al requerimiento y se le fueron encima para golpearlo de nuevo.

El policía trató de salir, pero le fue imposible, pero gracias al apoyo del ESMAD logró evadirlos; fueron los 15 minutos más angustiosos que vivió el guardián del orden, tiempo que duró la presencia de los revoltosos quienes se perdieron en medio de la estela de humo de los gases lacrimógenos.