El gremio de los taxistas extendió una cinta negra de luto, tras presentarse la lastimosamente muerte de uno de los más preciados profesionales del volante de nombre Luis Molina de 61 años.

El taxista según versiones se incrustó contra un muro del barrio 20 de julio de la localidad de San Cristóbal al sur de la capital. 

La triste historia de Molina quien se caracterizó por ser un hombre muy jovial y trabajador comenzó a gestarse desde el instante que recibió turno y luego de despedirse de sus allegados, salió a la pista a realizar los respectivos servicios.

Molina (víctima), recorrió gran parte de la ciudad en medio del frío, sin imaginarse que sus horas de vida estaban contadas.

Luego de los largos recorridos llegó al sector de la localidad de San Cristóbal, al parecer, a dejar una carrera y una vez quedó libre, tomó la ruta hacia el barrio Bello Horizonte en inmediaciones de la zona del sector 20 de Julio sector del sur de Bogotá caracterizado por las fuertes pendientes y bajadas.

Entonces Molina al llegar a la carrera 3 con 31 sur tomó la decisión de bajar por una de las prolongadas pendientes y lentamente comenzó a avanzar.

Una de las  hipótesis que se tejen en torno a esta tragedia, es que probablemente el taxi cogió mucho impulso y en el momento que el hoy occiso trató de accionar el freno, este no respondió y el carro siguió de largo y colisionó fuertemente contra un muro de la zona de los buses de Transmilenio.

El golpe fue tan terrible que Juan Molina (víctima) quedó aprisionado en estado agónico. Bomberos que llegaron  trataron de  reanimarlo pero fue imposible, la muerte lo había abrazado.

El cuerpo de este querido taxista fue llevado a Medicina Legal, donde los médicos forenses darán un dictamen si Molina tuvo algún colapso. Pesar.