En un emotivo desenlace, los cuerpos de los jóvenes Fabián Moreno y Sebastián Hernández, quienes fallecieron en el trágico accidente en el túnel de Los Azulejos el pasado 1 de junio, finalmente fueron entregados a sus familiares por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, seccional Tolima. La entrega de los cuerpos ocurrió a las 2:10 de la tarde, tras seis días de desesperada espera y súplicas por parte de sus familiares.

La tragedia no solo se vivió en el accidente, sino también en el prolongado proceso de entrega de los cuerpos. Las familias de los jóvenes provenientes de Boyacá enfrentaron una angustiante odisea. Patricia Susa, madre de Sebastián Hernández, copiloto fallecido, relató la falta de información y atención por parte de Medicina Legal. "Nosotros estamos aquí desde el sábado, cuando nuestros hijos se accidentaron. Desde que llegamos, nadie nos dio ninguna información. Tenemos que ir y venir de Boyacá para recoger papeles y pruebas dentales. Nos dicen que nos vayamos a dormir, que arrendemos una pieza, pero solo queremos que nos entreguen a nuestros niños", expresó con profunda tristeza.

Eduardo Moreno, padre de Fabián Moreno, el conductor del tractocamión, también denunció la situación. "El sábado trajeron a nuestros hijos a Medicina Legal. Llevamos seis días aquí y no les han hecho nada. Nos tomaron las pruebas de ADN y trajimos las placas dentales, pero los exámenes aún están en el escritorio de la doctora. Nos hablan de tres a seis meses para entregar los cuerpos. Esto es inhumano. Nadie nos ha atendido ni informado. Nos mandan a casa o nos dicen que arrendemos una pieza. Nos quedamos en los carros, esperando una respuesta".

La indignación de las familias creció cuando, tras días de espera, Medicina Legal les informó que el proceso podría tardar entre tres a seis meses debido al estado en que se encontraban los cuerpos y las pruebas necesarias. Sin embargo, en un giro inesperado, menos de 24 horas después de que Econoticias transmitiera la denuncia pública de las familias, el proceso se agilizó y los cuerpos fueron entregados. Esta rápida solución, tras la presión mediática pone en evidencia una clara negligencia por parte de Medicina Legal, que inicialmente había estimado un tiempo de espera excesivamente largo.

Durante los días de espera, las familias denunciaron malos tratos y falta de información por parte de los funcionarios de Medicina Legal. A pesar de haber cumplido con todos los requisitos, no recibieron ninguna solución concreta hasta que la situación se hizo pública. La tensión en el lugar fue tal que la Policía Metropolitana de Ibagué tuvo que hacer presencia.

En un video enviado por uno de los familiares, se puede ver el momento en el que el carro de la funeraria saca los cuerpos, mientras familiares y amigos de las víctimas no lograron contener su llanto, manifestando el profundo dolor y la indignación acumulada durante esos días.

Esta situación ha dejado en evidencia la necesidad de revisar y mejorar los procedimientos de Medicina Legal, para evitar que otras familias tengan que pasar por un sufrimiento adicional al que ya enfrentan por la pérdida de sus seres queridos.